El libro «Carta Abierta a la Junta Militar», en homenaje al escritor, periodista y militante Rodolfo Walsh, fue presentado en el auditorio de Radio Nacional, en el marco de la conmemoración del Día del Periodista, el 7 de junio.
La presentación, que llevó a cabo el miércoles 6 a las 12.30 en el histórico edificio de la radio, Maipú 555, estuvo cargo del programa Memoria en Movimiento de la Secretaría de Comunicación Pública de la Jefatura de Gabinete.
El libro, además de contener el texto de la carta escrita por Walsh el 24 de marzo de 1977 enviada a los medios de prensa denunciando las atrocidades de la Junta Militar, incluye siete capítulos que aportan datos y reflexiones acerca de la misiva y de su obra.
«De la vida y de la muerte», de Horacio Verbitsky; «Tres propuestas para el próximo milenio (y cinco dificultades)», de Ricardo Piglia; «El ajedrez y la guerra», de David Viñas; «Un testimonio para las generaciones futuras», de Eduardo Jozami; «Por suerte está echada», de Guillermo Korn; «El testimonio de Rodolfo Walsh en los juicios a genocidas», por H.I.J.O.S.; y «El último verano», de su compañera Lilia Ferreyra, son los títulos de los textos que acompañan a la Carta Abierta.
«Nos honra publicar este texto emblemático de nuestra historia que consideramos relevante para la construcción social de Memoria, Verdad y Justicia y apostamos con ello a que sea inscripto como se merece dentro de la tradición textual y política de los Derechos Humanos», expresa Juan Manuel Abal Medina en su prólogo.
Rodolfo Jorge Walsh nació en la provincia de Río Negro en 1927, fue escritor y periodista, imprimió a su obra el compromiso de su militancia y con su lucidez y valor desarrolló con claridad los planes del proyecto desaparecedor de la Junta Militar para imponer un proyecto económico excluyente, a un año del golpe de Estado de 1976.
Así fue que después de enviar la carta a las redacciones de todos los diarios nacionales y extranjeros, un grupo de tareas de la ESMA lo baleó en la esquina de San Juan y Entre Ríos, en el barrio de Congreso.
Sobrevivientes de los juicios por delitos de lesa humanidad declararon haberlo visto, mal herido, en el ex centro clandestino de la ESMA, pero aún hoy su cuerpo permanece desaparecido.