LA RECUPERACION DE UNA EMPRESA CON SABOR A LUCHA Y DIGNIDAD
por Soledad Salinas
Las Pascuas son para la cooperativa de trabajo Arrufat Vivise Ltda un momento del año especial: se redobla la producción y presentan una amplia oferta de los tradicionales huevos, que se realizan con materias primas de alta calidad, en la búsqueda de imprimir el sello de sabor de esta tradicional chocolatera argentina.
La cooperativa de trabajo Arrufat Vivise Ltda., del barrio de La Paternal, se conformó en 2009 con un solo objetivo, salvar los puestos de trabajo de los obreros de la fábrica de chocolates Arrufat, una antigua empresa familiar argentina fundada en 1931, que fue presa del vaciamento y la falta de gestión de la patronal.
Hoy, con una realidad diferente, esta empresa recuperada es llevada adelante por sus trabajadores a través de la fundación de una cooperativa, apostando a la dignidad y la autogestión.
Luis Adrián Serrano, actual síndico de la cooperativa recuerda como fueron los inicios de un emprendimiento que se sostiene gracias a la lucha incansable de quienes gracias a la lucha y resistencia lograron sostener una fuente laboral.
“Todo comenzó un 5 de enero de 2009, cuando nos encontramos que habían cortado la luz en la fábrica, habíamos quedado 34 empleados, muchos con más de 25 años trabajando en la empresa, dispuestos a defender nuestra fuente laboral”.
Comenzó la resistencia y la lucha, la ayuda de los vecinos para defender a la fábrica y apoyar a los trabajadores. Serrano comenta que también “se nos acercaron los compañeros del Hotel Bauen, nos dieron una mano muy grande en todo lo que tiene que ver al asesoramiento para la fundación de la cooperativa, nos fueron acompañando y tuvimos la suerte de que en la Legislatura se votó la ley de apropiación y salió rapidísimo.
«Logramos hacer una producción para las Pascuas del 2009, gracias a un préstamo que obtuvimos. Alquilamos un generador, los huevos de Pascua los hicimos en un freezer, envolvíamos los productos en el patio, todo de manera muy precaria, pero logramos hacer una producción, estábamos orgullosos de eso luego de tantas vicisitudes vividas”, dijo.
El apoyo de algunos organismos oficiales ha sido clave para concretar el proyecto.
“En el INAES (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social) –explicó Serrano- le abren a uno las puertas y lo asesoran, en el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación también le tienden a uno la mano Ministerio de Trabajo para comprar materias primas, además subsidio para los compañeros que no estaban cobrando nada”.