En el mes de abril, en la Ciudad de Buenos Aires, se registraron significativos incrementos en los costos de servicios tanto privados como públicos, impactando en forma directa en la clase media. Entre los aumentos más pronunciados se destacan el suministro de agua con un incremento del 181,1%, seguido por el gas y la electricidad con un aumento del 54,1%. Asimismo, los servicios financieros experimentaron un alza del 25,9%, las prepagas un 16%, la educación un 15,1%, los gastos comunes relacionados con la vivienda un 15,7%, y la información y comunicación un 11,7%. Estos aumentos generan preocupación y plantean desafíos respecto a la sustentabilidad de muchos hogares porteños.
Estos datos se desprenden del último informe de la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires, donde mensualmente evalúa el poder adquisitivo de los hogares porteños según su capacidad de acceso a los distintos bienes y servicios dispuestos en las denominadas canastas de consumo. Tenemos así que el costo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y de la Canasta Básica Total (CBT) establecen las líneas de indigencia y de pobreza.
Esta medición se lleva a cabo sobre cinco categorías de hogares tipo, todos ellos propietarios de la vivienda que habitan, cuya conformación oscila entre una y cuatro personas de distintos rangos etarios. También vale destacar que, dado que no se consideran ‘gastos de consumo’, este estudio no contempla el pago de alquiler ni de expensas.
Tenemos así que durante el mes de abril, una familia ‘tipo’, conformada por dos adultos laboralmente activos y dos menores, propietaria de la vivienda que habita, necesitó contar con un ingreso de $ 825.809 para no ser pobre. En tanto que para no caer en la indigencia necesitó percibir haberes de $467.177 y para sostenerse en la clase media tuvo que contar con más de un millón de pesos.
La Canasta Básica Alimentaria (CBA) que es aquella que marca el límite de la indigencia, tuvo el mes de abril un alza del 10% en relación con el mes de marzo y un incremento interanual del 290,2%.
Mientras que la Canasta Básica Total (CBT), que establece el piso de la pobreza, mostró en abril un incremento del 7,8% y un alza del 295,9% respecto al mismo mes del año pasado.
En tanto que la Canasta Total (CT), que es aquella que en diferentes proporciones mide al sector medio frágil, la clase media y los sectores acomodados, registró un incremento del 9,3% en comparación con marzo pasado y del 253% respecto de abril de 2023.
En el análisis de las distintas variaciones porcentuales, se destaca que los sectores más vulnerables de la sociedad son los más perjudicados por los incrementos de precios. La canasta básica de alimentos para aquellos sectores en situación de indigencia ha experimentado un aumento por arriba de las franjas o estamentos de clase media, mientras que la inflación interanual en el distrito fue del 292,5%.
En abril, los recursos para cada uno de esos niveles en una familia ‘tipo’ conformada por cuatro miembros en el distrito fueron los siguientes: en situación de indigencia hasta $ 467,177; pobreza no indigente, de $ 467,177 hasta $ 825.809,23; no pobres vulnerables, de $ 825.809,23 hasta $ 1.011.528,67; sector medio frágil de $ 1.011.528,67 hasta $ 1.264.410,84; clase media de $ 1.264.410,84 hasta $ 4.046.114,72 y sectores acomodados $ 4.046.114,72 o más.