Una perspectiva crítica de la realidad Argentina
Cada 1° de octubre, el mundo conmemora el Día Internacional de las Personas Mayores, una fecha destinada a reconocer y reflexionar sobre los derechos y desafíos que enfrentan los adultos mayores a nivel mundial. Sin embargo, para much@s jubilad@s y pensionad@s en Argentina, este día no es motivo de celebración, sino de protesta y dolorosa indignación.
En un contexto marcado por la aguda crisis económica y social, las personas mayores en Argentina se encuentran en una situación de pobreza alarmante. Jubilad@s, pensionad@s y quienes no cuentan con ningún beneficio sufren, no sólo la falta de aumentos en sus ingresos, sino también el desmantelamiento de servicios esenciales y la erosión de sus derechos básicos. Este panorama desolador se ve exacerbado por las políticas recesivas aplicadas por el actual Gobierno nacional, sumadas a la más absoluta indiferencia hacia las necesidades de los más vulnerables.
El veto presidencial reciente a la «ley de Movilidad» ha sido solo una de las muchas medidas que han golpeado duramente a los jubilad@s argentinos. Esta ley, que intentaba asegurar aumentos justos y regulares en las jubilaciones, fue rechazada en un contexto de celebración insensible por parte de los legisladores oficialistas, quienes parecen haber olvidado las dificultades cotidianas que enfrentan los sectores más desfavorecidos de la sociedad.
Además, la reducción en la cobertura de medicamentos esenciales a través del PAMI, así como la conversión de muchos de estos medicamentos en productos de venta libre sin descuentos, ha exacerbado las dificultades de acceso a la atención médica para los mayores. Esta política, que parece privilegiar los intereses corporativos por encima de la salud y el bienestar de la población, refleja un patrón preocupante de prioridades distorsionadas en la administración pública.
No menos preocupante es el clima político y social que rodea estas decisiones. La retórica y las acciones de algunos líderes políticos han contribuido a un ambiente de división y desprecio hacia los derechos de los jubilados. La falta de empatía y el desprecio abierto por parte de ciertos funcionarios públicos han dejado a muchos ciudadanos sintiéndose abandonados y maltratados por un sistema que debería protegerlos.
Desde la Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones de Jubilad@s y Pensionad@s de la R.A., se levanta una voz de resistencia y solidaridad. En un esfuerzo por unir fuerzas con otras organizaciones de la sociedad civil, sindicatos y movimientos políticos, han surgido llamados a la unidad en defensa de los derechos básicos y la dignidad de los adultos mayores. Este esfuerzo por construir coaliciones amplias busca no solo resistir las políticas actuales, sino también promover una visión más inclusiva y justa para todos los sectores de la sociedad.
En última instancia, la lucha de los jubilados argentinos trasciende las fronteras nacionales. Es un recordatorio vívido de los desafíos globales que enfrentan las personas mayores en muchos países, donde los intereses financieros a menudo prevalecen sobre las necesidades humanas básicas. Es un llamado urgente a la solidaridad internacional y a la acción colectiva en defensa de los derechos humanos fundamentales para todos, sin importar la edad.
En este Día Internacional de las Personas Mayores, recordemos no solo celebrar la sabiduría y experiencia de nuestros mayores, sino también comprometernos activamente a proteger sus derechos y asegurar un futuro digno para todos los ciudadanos, independientemente de su edad o circunstancias económicas. Es hora de que la sociedad y sus líderes demuestren verdadero liderazgo moral y político, reconociendo y honrando a quienes tanto han contribuido a nuestras comunidades y países.