Cuatro de cada 10 personas que viven o trabajan en la Ciudad de Buenos Aires, sobre todo en los barrios del sur, fueron discriminadas entre otros motivos «por ser migrantes», por su nivel socioeconómico o el aspecto físico, tanto en el ámbito laboral, los medios de transporte y la vía pública, según un informe que el Inadi presenta hoy.
Las cifras se desprenden de la segunda edición del Mapa de la Discriminación que elaboró el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) junto a 27 universidades nacionales, que será material de análisis esta tarde durante una reunión en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.
El 39 por ciento de los encuestados en la Ciudad de Buenos Aires dijo haber experimentado discriminación «por ser migrante», 15 puntos porcentuales más que lo que expresaron esa vivencia a nivel nacional, según el informe elaborado sobre una muestra de 14.800 personas.
«Ese ‘por ser migrante'» revela que «la población de la Ciudad de Buenos Aires sobre la base de estereotipos identifica a determinados sujetos como un ‘otro’ extraño o extranjero», señala el estudio.
A pesar de no conocer la nacionalidad de la persona discriminada, afirma el texto, «existe una tendencia a extranjerizar, es decir, a identificar como extranjeros a argentinos por su aspecto físico, color de piel, costumbres, entre otras características; lo que el Inadi denomina racismo estructural».
En total, casi el 80 por ciento de los porteños experimentó algún tipo de discriminación -54 por ciento en primera persona-, de los cuales el 39 por ciento fue «por ser migrante», el 18 por ciento por el color de la piel y el 16 por ciento por el aspecto físico.
Además, «la investigación revela importantes diferencias entre casos presenciados y sufridos en primera persona, según se trate de los habitantes de la zona norte o sur de la ciudad».
El mayor impacto se da en el sur porteño, donde el «por ser migrante» representa el 46 por ciento de las personas discriminadas dentro de la Ciudad de Buenos Aires, contra el 35 por ciento que representa en el norte la ciudad.
En tanto, esa diferencia -siempre a favor de los barrios del sur- fue del 20 contra el 15 respecto a la discriminación por nivel económico y del 19 contra el 14 por el aspecto físico.
Las experiencias concretas de la población revelan en esta segunda edición del Mapa los tipos de discriminación predominantes y los ámbitos donde tienen lugar, a partir de los casos sufridos y presenciados por las personas encuestadas.
La gran mayoría de los porteños considera a la discriminación «como un problema social importante, que afecta especialmente a personas pobres, migrantes y personas con sobrepeso u obesidad», y que tienen lugar «principalmente en los boliches, la vía pública y las comisarías».
Esa percepción sobre los niveles de discriminación en todos los ámbitos «es mayor entre los habitantes de la zona sur de la ciudad, sobre todo en los hospitales, las oficinas públicas y el poder judicial».
La discriminación detectada en los barrios del sur tiene en los medios de transporte y la vía pública y en el ámbito laboral el mayor impacto mientras que para los barrios del norte se registran más casos en el ámbito educativo.
Mientras que en cuarto lugar están las instituciones públicas y centros de salud, con la particularidad de reunir en la zona sur un mayor porcentaje de menciones tanto en la percepción como en la presencia y en el sufrimiento en primera persona.
Además del «racismo estructural» el informe muestra otras particularidades que tienen que ver con la religión en la vía pública (especialmente en el norte); el ser mujer en el ámbito laboral (más visible aún en la zona sur); la obesidad o sobrepeso en el ámbito educativo; y cuestiones ligadas a la discapacidad y la edad en las instituciones públicas y centros de salud.
El panel que se abrirá hoy contará con el titular del INADI, Pedro Moruratian; la decana de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, Graciela Morgade; el director de la Maestría en Políticas Ambientales y Territoriales, Pablo Ciccolella; el director del Departamento de Ciencias de la Educación, Pablo Pineau, y el director de Políticas contra la Discriminación del Inadi, Pablo Roma.