viernes, noviembre 22

DUDAS SOBRE EL PLAN SECUNDARIO FUTURO

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires pretende implementar en la escuela media, el proyecto Secundario Futuro, que se enmarca dentro del Plan Maestro, presentado hace unos meses por el Gobierno nacional.
Si bien hasta el momento el proyecto se guarda bajo siete llaves, trascendió que este plan de enseñanza plantea cambios metodológicos concretos que darían por tierra el concepto de educación inclusiva y universal.
Según el Ministerio de Educación de la Nación este proyecto de Escuela Futura está orientado a construir una educación de calidad que garantice los aprendizajes que los estudiantes necesitan para su desarrollo y formación integral a lo largo de toda su vida. “Se propone construir un modelo pedagógico innovador, que permita a los alumnos disfrutar de la construcción de su aprendizaje, en un marco de creatividad, exploración y colaboración, en contacto con una variedad de soluciones tecnológicas. Se trata de darles las herramientas que les permitan resolver problemas, crear oportunidades y cambiar el mundo; para afrontar la aventura del aprender con las habilidades que necesitan para construir el futuro”.
La serie de indefiniciones con la que el Ministerio de Educación trata de explicar lo que no puede o no quiere definir, no convence a docentes ni a legisladores de la Ciudad. En este sentido, la legisladora porteña y vicepresidenta de la Comisión de Educación, Lorena Pokoik, presentó un pedido de informe por la reforma educativa en el nivel secundario, que planea implementar el gobierno de la Ciudad a partir del 2018; llamada “Secundaria del Futuro”.
El Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires pretende implementar una reforma de la escuela secundaria pública llamada “Escuela Secundaria del Futuro”. El proyecto genera interrogantes en la comunidad educativa, la cual no fue consultada.
El pedido de informe solicita al Ejecutivo de la Ciudad que aclare cuáles son los cambios que pretende realizar en cuanto a los cronogramas de estudios, así como especificar qué escuelas, tanto públicas como privadas, se incorporarían a este nuevo esquema.
Entre las preocupaciones, se pide el detalle en lo que concierne a cambios en los contenidos, a la formación docente, a la implementación didáctica de la enseñanza, y sobre el sistema de evaluación que dejaría de ser numérico y pasaría a ser por créditos.
Entre los puntos más polémicos, la “Escuela Secundaria del Futuro” plantea que los estudiantes del último año, realicen “prácticas profesionalizantes” en empresas y proyectos de emprendedurismo; por lo tanto se requiere más información que fundamente que no se pretende adaptar a la escuela a los abusos del mercado o a la flexibilización laboral. También se exige que se detalle qué instituciones, organizaciones u empresas formarán parte de este trayecto final de los y las estudiantes.
Las preocupaciones planteadas se extienden y se pide información sobre los cambios en la organización institucional de los establecimientos, así como las condiciones de trabajo y estabilidad laboral de los y las docentes.
Por último, ya que la información que brinda el gobierno es escasa, el pedido de informe también solicita saber qué organismo elaboró la reforma y qué organizaciones sindicales, estudiantiles y académicas vinculadas a la educación han participado en la elaboración y cuál es el presupuesto que se destinaría a la implementación de la “Escuela Secundaria del Futuro”, para el año 2018.
“Este modelo de educación planteado por el gobierno necesita otro modelo de país. Entendemos que la nueva escuela secundaria constituye una política sobre la que aún la actual gestión no ha presentado logros ni avances. Por lo tanto necesitamos más información que nos garantice que  la educación no se pondrá en función del mercado”, cerró Pokoik

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