El proyecto de ley para la transformación del antiguo Zoológico de la Ciudad en un Ecoparque interactivo en el que se vaya reduciendo de forma paulatina la presencia y exhibición de animales, aprobado por la Legislatura porteña es cuestionado por asociaciones de proteccionistas que rechazan el sistema de traslado de las especies.
La ahora Ley, que transformará el zoo porteño en un ecoparque provocó una polémica entre los defensores del proyecto oficial y quienes denuncian que se continuará con el maltrato animal. Javier Goldstein, miembro de la Comisión Técnico Ambiental, indicó que el objetivo el proyecto aprobado plantea una posición «intermedia» entre los distintos planteos. «Es un proyecto que le da marco legal a los avances, cambios y traslados de los animales», expresó.
Por su parte, la ambientalista Malena Fontán mostró su enojo por el nuevo proyecto y aseguró: «lo que están haciendo es un Eco-fraude». Y denunció que «básicamente lo que hace es seguir con la exhibición de animales. Así que ‘hola Andy Freire, hola Rodríguez Larreta’ el zoo no cerró».
Ubicado en el centro neurálgico de la ciudad, a metros de la Plaza Italia, el antes Zoo y ahora Ecoparque acoge actualmente a 1500 animales, algunos fueron trasladados a partir de la fiscalización pero el 80% aún sigue ahí. Por esa razón, Goldstein aclaró que los traslados todavía no se hicieron porque «el marco legal lo da la Legislatura y eso es lo que impide hacer los traslados de animales como los elefantes». Además, reconoció que «hay un grupo considerable de animales que no se va a poder trasladar y van a terminar su ciclo vital de la mejor manera posible en el ecoparque, porque ese es el mejor lugar».
Fontán, de la agrupación Sin Zoo, pidió que «si los animales autóctonos no pueden ser reinsertados y los exóticos no pueden ser llevados a santuarios, por la razón que fuere, lo que nosotros proponemos es que queden en el predio de Palermo, se acondicionen los recintos pero que se los retire de la exhibición, que es lo que más daño les hace». También se mostró molesta con los posibles traslados al interior del país: «Si Palermo es un horror, los zoológicos del interior son campos de concentración. Todos los zoológicos están en el horno porque no dan dinero».
Javier Goldstein insistió en que manejan una lista de posibilidades y ante los traslados se asegurará «siempre el bienestar animal».
La norma fue aprobada durante la sesión especial de la Legislatura en base a proyectos de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad y de los diputados Hernán Rossi, de Suma+; y Marcelo Depierro, de Confianza Pública, y recibió 38 votos positivos, ocho negativos y 11 abstenciones.
La propuesta del Ejecutivo contiene las bases para la creación de un Ecoparque enfocado en la conservación de la biodiversidad, la promoción de la educación ambiental, el fomento de la innovación para el desarrollo sustentable y la concientización y recreación de la población por medio de la experiencia interactiva con los componentes de la naturaleza.
Adicionalmente, crea una comisión Especial de Seguimiento y Control de la Transformación progresiva del ex Zoológico de Buenos Aires, que estará integrada por once diputados, respetando la proporción en que los sectores políticos están representados en el seno de la Legislatura de la Ciudad.
Y entre los objetivos que figuran en la ley se destacan la implementación de los más altos estándares de bienestar animal, el desarrollo de proyectos integrales de conservación de especies silvestres y hábitats naturales y el trabajo en rehabilitación orientada a la reinserción de los animales alojados en el predio o bien a su traslado a destinos adecuados.
Justamente, esta última función es la que generó cuestionamientos tanto de algunos legisladores de la oposición, como Adrián Camps y Marcelo Ramal, así como también de organizaciones de proteccionistas, entre ellas SinZoo, cuyos integrantes siguieron en el recinto el debate de los diputados con pancartas en las que se pedía por «la liberación animal».
«La clave de todo esto es la transferencia de animales a otros zoológicos y la posibilidad de que el Ecoparque siga funcionando como un zoológico más chico», reclamó Camps, quien precisó que el texto de la ley permite «la adecuación de la colección faunística existente a las posibilidades del predio».