domingo, diciembre 22

EL CAMINO DEL INCA EN LA CASA DEL BICENTENARIO

En Perú se encuentra una de las maravillas de la ingeniería incaica: el Qhapaq Ñan o Gran Camino Inca. Este sistema vial, que se extiende por más de 30,000 kilómetros a lo largo de los Andes, no es sólo una hazaña de infraestructura; es un emblema del ingenio humano, de un tiempo en que las civilizaciones prehispánicas establecieron su identidad y su relación con la naturaleza. Con un extenso recorrido que abarca más de cinco siglos de historia, el Qhapaq Ñan constituye la espina dorsal del Tawantinsuyu, el imperio inca que se desplegó desde el sur de Colombia hasta el norte de Chile, logrando integrar una diversidad de culturas, economías y sociedades.

La exposición «El Gran Camino Inca: Perú: Integración y Diversidad» se inaugura el 13 de diciembre en la Casa del Bicentenario, con el patrocinio de la Embajada de Perú en Argentina, durante la Semana Cultural de Perú y en conmemoración del Bicentenario de la Batalla de Ayacucho. Como homenaje a esta obra maestra de la civilización andina, se exhibirán fotografías de artistas renombrados como José Luis Matos Muñasqui, Yanoa Pomalima y Edgardo Solórzano Palacín, así como imágenes del Archivo del Ministerio de Cultura del Perú, que ofrecen una representación visual de la riqueza cultural del Qhapaq Ñan.

Uno de los aspectos más cautivadores del Qhapaq Ñan es su rol más allá de ser una simple ruta de comunicación; ha sido y sigue siendo un espacio clave para la interacción cultural y económica. Este camino ancestral, que une distintas regiones, ha jugado un papel crucial en el intercambio de bienes, tradiciones y saberes entre las comunidades andinas. Desde la agricultura hasta la medicina tradicional, cada poblado a lo largo de la ruta ha contribuido con su esencia única, formando un tapiz de costumbres que refleja la rica diversidad de Perú.

El texto curatorial destaca que el Qhapaq Ñan se creó para maximizar el uso del paisaje andino y sus recursos. No solo facilitaba el desplazamiento de personas, sino que también promovía el comercio, la administración y, principalmente, la cohesión social. Hoy en día, muchos segmentos originales del camino son transitados por locales en sus actividades diarias, ya sea yendo al trabajo o asistiendo a festividades comunitarias. Esta persistencia en su uso subraya tanto la funcionalidad de la ruta como su relevancia en la preservación de una tradición viva.

La labor del Ministerio de Cultura del Perú y del Proyecto Qhapaq Ñan es rescatar y valorar esta herencia cultural. Durante siglos, el Qhapaq Ñan ha sido testigo de transformaciones profundas en la sociedad peruana, desde la llegada de los españoles hasta la actual globalización. En este contexto, la exposición se presenta como una vía para difundir y preservar esta historia en un ámbito internacional, estableciendo puentes entre el Perú y el resto del mundo.

En un breve recorrido por el Qhapaq Ñan, se pueden identificar hitos culturales que perduran hasta nuestros días. Las festividades patronales, la producción agrícola y el intercambio de saberes ancestrales son solo algunas formas en que este camino sigue alive y cómo contribuye a la identidad cultural de los pueblos andinos. Cada sector, cada rincón de este vasto recorrido, narra historias que se entrelazan, formando un relato rico en matices que evidencia la complejidad de la civilización andina.

La exposición estará abierta al público hasta el 26 de enero, en el cuarto piso de la Casa del Bicentenario, situada en Riobamba 985, invita no sólo a apreciar el arte visual y la historia del Qhapaq Ñan, sino a reflexionar sobre su significado contemporáneo en un mundo donde la integración y la diversidad son más importantes que nunca.

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