La comunidad educativa del Colegio Nacional de Buenos Aires (CNBA), integrada por familias, docentes y estudiantes, expresó hoy su «rechazo» a la decisión del Consejo Superior de la UBA y las autoridades de ese establecimiento de «eliminar el distanciamiento en las aulas y el sistema de burbujas para volver a una presencialidad sin cuidados» en ese ámbito.
En una asamblea interclaustro, se subrayó la «necesidad de mantener las medidas de cuidado, todo lo cual es irreconciliable con el nuevo protocolo de las autoridades, teniendo en cuenta la situación epidemiológica», por la pandemia de coronavirus, y se decidió «como parte del plan de lucha, realizar un cartelazo» en su rechazo.
La asamblea sostuvo que el nuevo protocolo, vigente para todos los años de cursada a partir de hoy, fue decidido «en forma arbitraria y sin el consenso» de quienes estudian y trabajan en el Colegio Nacional, y que «sigue los pasos irresponsables de los gobiernos que priorizan la carrera electoral con las medidas de presencialidad sin cuidados ni condiciones, que expone nuestra salud en tiempos peligrosos».
También se rechazó lo que se consideró una «estrategia de las autoridades para ir hacia este esquema de presencialidad», el «recorte de los salarios docentes de quienes dictaron clases virtuales durante dos semanas de abril, y otras cuatro de junio y julio, para no exponerse a una presencialidad sin condiciones sanitarias», a lo que calificaron como «un ataque directo hacia la organización gremial y democrática».
«Cualquier buen protocolo debería permitir y facilitar el cumplimiento de las recomendaciones básicas de cuidado que siguen vigentes: uso de barbijo, lavado de manos, ventilación cruzada y distancia de 1,5 metro entre las personas», pero «el protocolo vigente impide está última medida», se destacó en un comunicado donde se informó sobre las resoluciones de la asamblea.
También apuntan que «otra consecuencia lamentable de la presencialidad compulsiva es la decisión tomada por la gestión de (la rectora del Colegio Nacional) Valeria Bergman» con respecto a la enseñanza de idiomas, donde se «evidencia claramente la paradoja que se presenta al no estar dadas las condiciones para la presencialidad plena», ya que busca «forzar la convivencia del curso entero».
De este modo, «los departamentos de idiomas corren el peligro de disolver abruptamente y sin ningún tipo de planificación la división por niveles que mantienen exitosamente hace años», aseguró la asamblea.
Por otra parte, señalaron que «la reciente instalación del sistema de streaming», que se financió gracias «al esfuerzo de las familias que aportan a la Cooperadora del CNBA y no por el presupuesto de la Universidad», permitiría que «todo el curso tenga clases al mismo tiempo sin estar en el mismo espacio físico».
«Mientras tanto, la comunidad recibe planes arbitrarios, improvisados, en una clara muestra del descuido que la autoridad tiene por los docentes, quienes se ven en la obligación de dictar clase fuera del aula para no arriesgar su salud, y por estudiantes, que no tienen más opción que permanecer en condiciones insalubres en el aula, muchas veces, literalmente, sin ventilación», afirmaron.