El documental sobre vida y obra de esta legendaria poetisa uruguaya, llega a MALBA CINE el próximo 3 de mayo de la mano de la María Arrillaga, directora de este film.
IDA VITALE, el documental, comienza con la vuelta de la escritora de un exilio de cuarenta años. A sus 92 años, tras perder a su gran amor, recibe el premio literario más importante de la lengua española y se va de gira. Viaja sin alejarse de sí misma, atenta a lo que nadie ve. De la A a la Z, se desplaza dentro de un paréntesis lento: un tour plagado de detenimientos inauditos.
Nacida en la ciudad de Montevideo en 1923, Vitale es la actualidad una de las mayores figuras de la poesía de Iberoamérica. En los últimos cinco años su obra recibió una avalancha de premios: Reina Sofía (2015), Federico García Lorca (2016), Max Jacob (2017), Premio FIL de Guadalajara (2018), Miguel de Cervantes (2018). Este reconocimiento tardío no es anodino: Ida es poeta y es mujer.
Aunque prefiere desconfiar del concepto ‘generación literaria’, la Generación del 45, su generación, dejó huella en el continente y marcó un antes y un después en la cultura de Uruguay. Ida es la última testigo de una escena en extinción. Descubrir a Ida es también acercar el legado de su generación.
Una mujer que nunca respetó el papel que le asignaban las convenciones sociales de la época. No se suponía que una mujer fuera ensayista, traductora, periodista y poeta. Tampoco que se divorciara y se casara con un hombre veinte años más joven, el poeta Enrique Fierro.
Como muchos otros artistas, tras el golpe de Estado en 1973, Ida y Enrique tuvieron que exiliarse. El cambio de escenario no la detuvo. En México trabajó en la revista Vuelta, dirigida por Octavio Paz, dictó clases en el Colegio de México y escribió en las publicaciones más prestigiosas de crítica literaria. Este período le valió la amistad y años de trabajo compartido junto a Álvaro Mutis, Octavio Paz, Juan Rulfo y Gabriel García Márquez, otorgándole un lugar privilegiado en la escena literaria de los setenta.
Con el regreso de la democracia, en 1984 Ida y Enrique retornaron a Uruguay. La estancia en el país fue breve ya que en 1989 a Enrique lo nombraron profesor de la Universidad de Austin y ambos partieron hacia Texas.
Ida vivió casi treinta años en Estados Unidos. Allí trabajó como traductora y escribió varias de sus obras más celebradas. En 2015 y con 92 años recibió el Premio Reina Sofía a la Poesía Iberoamericana, galardón que suele anunciar una inminente ola de reconocimientos. Pocos meses después, Enrique murió. Si lo esperable era que una mujer de 93 años aguardara su destino en calma, Ida organizó una mudanza y regresó a Uruguay, con una fortaleza de espíritu ejemplar.
Hoy Ida vive entre libros, recibe premios, viaja, cuida sus plantas, escribe. Acepta el devenir sin renegarlo, como hizo antes, en las distintas etapas de su vida.