lunes, noviembre 25

EL ECO DE LOHANA BERKINS EN LAS NUEVAS VOCES DEL COLECTIVO TRANS

por Silvina Molina

Una ley de cupo laboral trans y el acceso equitativo a la salud, a la educación y a la vivienda son los derechos que jóvenes referentes trans, como Yamila Gisel Millanao, consideran prioritario garantizar, siguiendo el legado de Lohana Berkins, a la vez que analizan logros y el desafío de la militancia en el contexto de pandemia por coronavirus.

Lohana llegó en 2013 a Chubut a dar un conversatorio y Millanao, quien en ese momento era una adolescente, fue a escucharla sin saber muy bien «quien era esa travesti», cuenta desde Trelew, donde vive y trabaja en el Concejo Deliberante de esa ciudad patagónica, en la cual instalaron un banco con el nombre de la dirigente fallecida hace cinco años.

«La escuché y entendí que rompía estereotipos. Tenia una mirada avanzada porque lo que nos dijo en 2013 es lo que sucede ahora», resalta la joven de 27 años.

Para ella y sus compañeras «maricas hay que organizarse por nuestros derechos» y para quienes Lohana fue «un antes y un después porque (a partir de ella) comenzamos a militar».

Así, organizadas, lograron que en 2018 se sancionara la Ley 621 de Cupo Laboral Trans en Chubut, a la que fueron adhiriendo algunas ciudades de esa provincia.

«A la ley la luchamos desde la incidencia política. Para nosotras significa un terrible avance. Me contrataron en el Concejo Deliberante de Trelew y trabajo en el área de prensa. Es muy importante que los decidores políticos contraten personas trans; es un gran paso», analiza la también dirigente de Mujeres Trans Argentina (MTA).

Pero considera que «hay que lograr la real implementación del cupo laboral para acceder a empleo formal, y para eso necesitamos la ley, para acceder a otros derechos como vivienda, educación, salud. Celebramos los avances, pero el acceso a empleo tiene que ser para todas las personas trans».

Y coincide Luz Suica desde Salta: «El decreto tiene que hacerse cupo».

Se refiere al decreto presidencial 721/2020 que firmó Alberto Fernández en noviembre último, el cual estableció un cupo laboral travesti trans en el sector público de un mínimo del 1% de la totalidad de cargos y contratos para personas de ese colectivo.

La semana pasada se abrió un registro para aspirantes a ingresar en la administración pública nacional. «Pero necesitamos la ley nacional», insiste la dirigente de MTA en la provincia norteña.

El año pasado, ya en contexto de pandemia, hicieron allí una encuesta para saber la situación de las personas trans en esa jurisdicción del noroeste del país. «Acceso al trabajo, a la salud, a la vivienda y a la educación, fueron los reclamos, y con el cupo se reivindica todo esto, desde donde vivir hasta tener obra social. Todos los derechos», añade.

Otro dato que detectaron fue la migración de personas trans, «una realidad poco visibilizada porque en pandemia muchas compañeras que vivían en Buenos Aires volvieron a la provincia porque se quedaron sin nada, y ahora se van otra vez».

Luz habla de Salta, la provincia donde nació Lohana: «No la conocí; me hubiera encantando. Pero la leo, la veo en documentales, para las jóvenes es parte de una militancia que sigue impactándonos».

También el impacto de Lohana llegó a Entre Ríos.. Desde Gualeguay, Alejandra Silvestre, de 31 años, docente de Ciencias Políticas y coordinadora de Educación Sexual Integral de ese departamento entrerriano habla de «la importancia» que la histórica dirigente «tiene y tuvo al poner en la escena pública nuestra realidad, la de las personas trans».

«Ella entendía e impulsaba el derecho a la educación y que intelectualicemos nuestra realidad, para que hablemos nosotras de nosotras», valora.

La necesidad de una ley de cupo laboral para esta población también es una bandera que levanta porque «abre puertas al derecho a la educación y a otros derechos».

Para ella se ha» avanzando en pocos años muchísimo, pero falta igualdad, equidad» porque «todavía hay una sociedad alejada del marco legal que nos contiene, nos apaña, que es ejemplo en el mundo, por la amplitud y características».

Es algo en lo que coinciden también las tres referentes en la entrevista, que mencionan a las leyes de Matrimonio Igualitario y de Identidad de Género como logros destacables.

La pandemia atraviesa sus luchas y también acuerdan en que en ese contexto «había que frenar el hambre de las compañeras, que nos las desalojen y ahí entraron las políticas públicas», como aporta Silvestre.

«Hoy estamos vivas, en plena pandemia, porque llegaron las política publicas, porque tenemos Ministerio (de Mujeres, Géneros y Diversidad)», señala Millanao.

Y Suica acompaña esa idea: «Está Alba (Rueda, subsecretaria de Políticas de Diversidad) en el Ministerio (de Mujeres, Género y Diversidad), sin esa decisión política que celebramos, hubiéramos pasado un año pandémico peor».

La referente entrerriana cierra con un dato alentador relacionado con las niñeces y adolescencia: «Saben lo que es una persona trans, preguntan, son libre, no incomodan. Es otra generación».

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