Un lote de 35 coches Siemens Schuckert en desuso, que circularon en distintas líneas de la red de subterráneos de la Ciudad de Buenos Aires, serán subastados por el Gobierno porteño el próximo 6 de mayo. La subasta se realizará de modo online a través la empresa Narvaezbid y las unidades tendrán un precio base de 600.000 pesos.
La empresa estatal porteña Subterráneos de Buenos Aires (Sbase), informó, a través de un comunicado de prensa, que se trata de un segundo lote después del compuesto por diez unidades, que se vendió en febrero pasado por 21.290.000 pesos; al igual que en aquella oportunidad, lo recaudado será invertido en diferentes proyectos de la empresa.
Las personas físicas y empresas interesadas en participar podrán registrarse en la página www.superbid.com.ar y ver las fotos del material rodante en el portal; además, podrán examinar los coches de manera presencial en los cuatros sitios donde se alojan, de lunes a viernes en el horario de 10 a 15 h, previa coordinación con personal de la firma seleccionada por Sbase.
Las unidades ya se encuentran disponibles para recibir ofertas desde la web; la oferta más alta será la ganadora, teniendo a su cargo los gastos de traslado de los coches. Este procedimiento permitirá darle diferentes destinos a estos coches que tienen una gran historia detrás, fabricados en 1934, 1937 y 1944, y que circularon durante años en todas las líneas menos en la B.
El Directorio de Subterráneos de Buenos Aires aprobó, en enero, la venta por subasta de 45 coches Siemens Schuckert en desuso. La primera subasta de diez unidades realizada en febrero recibió un total de 1949 ofertas por parte de 37 potenciales compradores, y los coches se vendieron en un promedio de dos millones de pesos cada uno, lo que redundó en una recaudación total de $21.290.000.
Estos coches, cuando comenzaron a circular en el subte, eran 0 km. Al cierre del año 2016, los trenes tenían una alta tasa de fallas: en la Línea H, era de 27 fallas cada 100.000 km.
Además, por su antigüedad, tampoco era conveniente su adaptación a los nuevos sistemas de señalamiento que se estaban implementando en el subte, por lo tanto, la inversión de tiempo y dinero para mantenerlos operativos no era conveniente.