En una sesión celebrada en la víspera del G20, en medio de la artillería que cercó el microcentro porteño, el jueves 29 de noviembre la alianza Larreta – Carrió en la Legislatura porteña dio por aprobado el Presupuesto 2019 del Ejecutivo. Nuevamente, la sanción de la norma contó con los 34 votos de los ortodoxos ediles de Vamos Juntos. El del jefe de Gobierno de la ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, contará el próximo año con un Presupuesto general de gastos y recursos de la administración de la Ciudad de $ 321.457.194.702. Un 22,7% más que lo estipulado para 2018 que alcanzó la cifra de $ 254.317.009.959, luego de dos ampliaciones presupuestarias por un total de $ 31.934.252.050.
Recordemos que el presupuesto aprobado el 30 de noviembre de 2017 para el año en curso fue de $ 222.382.757.909. No fue suficiente para Larreta, por lo que elevó al cuerpo legislativo dos pedidos de ampliación. La primera de $ 23.500.252.050, aprobada 16 de agosto de este año. Y la segunda, de $ 7.000.000.000 se votó en la sesión del 18 de octubre.
Detalles de gastos y recursos
Sin contabilizar intereses de la deuda, el resultado primario (ingresos totales menos egresos totales) es superavitario en $ 25.815 millones.
- Aumentos de gastos corrientes y de endeudamientos se mantienen por debajo del 15%. El gasto corriente es el 83% de lo presupuestado.
- Ingresos tributarios se calculan en $ 295.000 millones, incluida la coparticipación. Ingresos Brutos representa el 54 % de los recursos; inmuebles, 7,7%; sellos, 7,3%; automotores, 3,3%.
- De los ingresos «no tributarios» el más importante es multas (46%), luego tasas, derechos y otros.
- El 51% de gastos e inversiones es por «Servicios Sociales», incluyendo Educación, Salud, Desarrollo Social, Vivienda y Cultura. Dentro de esa torta, un tercio es para Educación, otro tercio es para Salud y casi un 20% para Promoción Social; 7,4%, para Viviendas.
- En Seguridad, la CABA aumentará 31,4% el presupuesto y destinará $ 46.500 millones (un 14,5 de todo el presupuesto).
- El gasto en personal representa el 44,3% del total y es un 26% mayor que el de 2018.
- La administración de la Ciudad asumirá el pago de nuevos subsidios, que antes aportaba la Nación: $ 4.100 millones al transporte de colectivos; $380 millones por tarifa social de AYSA; $ 700 millones por tarifa social de electricidad.
- La inversión en infraestructura será de $ 51.640 millones, un 16% del gasto total: 4.033 millones para subtes, 4.100 millones para seguridad, 5.150 millones en urbanización del Barrio 31 y 4.916 millones en obras del IVC en villas Fraga, 20-Papa Francisco, Rodrigo Bueno y de la zona Acumar. Para obras hidráulicas irán $ 2.460 millones, incluido el final de la canalización del arroyo Vega.
- Las obras previstas incluyen los nuevos edificios ministeriales de Educación, en el Barrio 31 de Retiro, y de Desarrollo Urbano, en la villa Oculta de Mataderos.
- La mayor erogación será en concepto de salarios u otro tipo de remuneraciones, por más de $ 142 mil millones, donde las previsiones de incrementos de haberes son del 26,2%.
- La «Administración Gubernamental», que concierne a los tres poderes, tiene asignado en total más de $ 40.000 millones, de los cuales el 43,6% es para el Poder Judicial (incluye Consejo de la Magistratura y Ministerio Público), 25,2 % es para la Dirección Ejecutiva, 12,3% a la administración fiscal, 10.4% para Legislatura y 8,6% en organismos de control de gestión (Sindicatura, Auditoría Ente Regulador, Defensoría del Pueblo).
Abultada deuda pública
La Ciudad renovará deudas que vencen el año próximo por 270 millones de dólares y hará desembolsos por 187 millones de dólares por financiamientos de obras de infraestructura de organismos multilaterales de crédito. Las fuentes financieras totalizan, para el ejercicio 2019, $ 28.74 millones. Los servicios de la deuda por intereses y comisiones previstos para 2019 se estiman en $ 26.126,8 millones y los servicios de la deuda por amortización, en $ 16.293 millones.
Aumento de ABL e impuestos varios
En paralelo se sancionó la Ley tarifaria para el próximo año que actualiza las alícuotas, aforos y aranceles de impuestos, tasas y otras contribuciones, y las correspondientes modificaciones al Código Fiscal. Con lo que las de ABL se incrementará entre el 34% y el 38%. El gasto global aumenta el 23% anual y se autoriza al Ejecutivo porteño a emitir deuda por 15.000 millones de esas. Para compensar esta sangría, se le dio continuidad del plan de reducción de alícuotas de Ingresos Brutos para construcción, industria, transporte y comunicaciones, en tanto que el impuesto de sellos recién disminuirá en 2020.
Según las explicaciones formuladas por funcionarios de la Jefatura de Gobierno en la comisión de Presupuesto, Hacienda, Administración Financiera y Política Tributaria y en base a lo establecido en la ley tarifaria, en el Impuesto Inmobiliario y la tasa de ABL, «se prevé un incremento promedio del 34% (en la alícuota) con un tope del 38%».
Se anunció que «aquellos que no tengan deuda y adhieran su pago al débito automático tendrán una bonificación de la última cuota del año. Este beneficio se sumará al 10% de descuento ya existente por buen cumplimiento». Con estos beneficios, el aumento promedio del 34 por ciento queda reducido en términos reales a un 26 por ciento para quienes estén al día y con débito automático.
El esquema presentado por el Ejecutivo ante los diputados de la Ciudad es el siguiente:
– Un 30% del padrón de contribuyentes tendrá alzas inferiores a $100 mensuales.
– Un 35%, recibirá aumentos de entre $100 y $150.
– Un 20% pagará de más entre $150 y $450
– Un 5% abonará incrementos superiores a $450
– El 10 % restante goza de diversas exenciones.
Argumentos de la oposición
Carlos Tomada, jefe de la bancada de Unidad Ciudadana, expresó «el presupuesto poco tiene que ver con las necesidades de los porteños»; habló de «política de ajuste» y del «modelo neoliberal», tras lo cual aseveró: «Este programa económico no ha funcionado en ningún país y nunca».También expresó que «los gobiernos nacional y de la Ciudad no reparten el esfuerzo equitativamente. El mayor sacrificio es para quienes tienen menos posibilidades de defenderse y, encima, es un sacrificio inútil», dijo. También planteó que la Nación «transfiere el costo del ajuste a la Ciudad y a las provincias».
Gabriel Solano (FIT), Patricio Del Corro (PTS-FIT), Fernando Vilardo y Marta Martínez (AyL), atribuyeron los números presupuestarios a imposiciones del FMI, a la política económica nacional y «al tremendo ajuste contra los trabajadores». Solano presentó al voto en contra de la izquierda «como un acto de responsabilidad, porque esto es un dibujo».
Francisco Nosiglia, en nombre de la bancada Evolución, dijo que «el macrismo sistemáticamente subestima el déficit en todos sus presupuestos» y puso como ejemplo que el actual período contable 2018 de preveía oficialmente con déficit cero y «vamos a terminar este año con un rojo de unos 8.000 millones de pesos», señaló.
También expresó «los gastos innecesarios y ejemplos de mala administración» y la «preocupación por la creciente deuda y sus intereses», si bien anticipó su respaldo a la ley tarifaria que contiene reducciones del impuestos de IB para el sector productivo.
María Rosa Muiños, jefa del bloque Peronista explicó que lo presupuestado «desconoce el actual contexto económico y social» al punto tal que, como ejemplificó que, «como nunca, este año se sucedieron tres ampliaciones presupuestarias que superaron en total el 15% de lo pautado». También se refirió a la pérdida de poder adquisitivo de los empleados públicos del Estado porteño, cuestionó el aumento de la deuda pública y reclamó «rediscutir las prioridades y los montos de las obras públicas, así como la matriz tributaria de la Ciudad».
Roy Cortina (PS), criticó del plan de gestión y de las prioridades establecidas; Marcelo Depierro (MC), para quien lo presentado «es de cumplimiento imposible», y Sergio Abrevaya (Gen), quien hizo hincapié en «la disminución de los fondos para Educación y Salud». Silvia Gottero, (BP) por su parte, intervino para solicitar una actualización de las unidades fijas asignadas al Fondo del Deporte, que fue aprobado.