Cuarenta y seis años después de la matanza de estudiantes que plasmó en «La noche de Tlatelolco», Elena Poniatowska dijo sobre la desaparición de los normalistas mexicanos que «43 jóvenes sean asesinados de esa forma, no sólo asesinados, sino quemados en un basurero, como basura, como si fueran mierda, es una gran vergüenza personalmente y para el país. ¿Cómo el país va a enfrentar al mundo después de esto?».
Invitada a la inauguración de la Feria del Libro en Miami, la mexicana de 82 años, ganadora del Premio Cervantes 2013, sostuvo a la prensa que «Lo que ha sucedido en mi país además de una tragedia es un retroceso espantoso. Después de la matanza de Tlatelolco, estaba persuadida de que no habría otra masacre, pero claro que en mi país es muy fácil, porque la muerte siempre anda muy cerca por la cantidad de armas y por una cierta filosofía de la vida, por una cercanía con la muerte».
Los 43 estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa desaparecieron el 26 de septiembre. Según la reconstrucción oficial de los hechos, la policía de Iguala, en el sur de México, los detuvo supuestamente por orden del alcalde, José Luis Abarca, para evitar sus protestas y los entregó a un grupo de narcotraficantes conocido como Guerreros Unidos.
De acuerdo al testimonio de tres miembros de la banda, fueron quemados vivos y sus cenizas arrojadas al río. La impunidad, la equivalencia entre delincuentes y autoridades y la ausencia de justicia, reclamada por las familias de los desaparecidos, es algo «desesperanzador» para Poniatowska, quien aseguró entender que las protestas estén siendo violentas en ocasiones.
«Estoy en contra del vandalismo, pero es muy duro pensar que no hay salvación. Se justifica en cierto momento por la desesperación de la gente, que es enorme, por la rabia. Es comprensible. Si no tienes una parte que se rebela, quiere decir que estás muerto», dijo en declaraciones tomadas por la agencia DPA.
«Nos recuerda a los campos de concentración, a Auschwitz, a Birkenau, a Treblinka, nos recuerda a la Segunda Guerra Mundial, la eliminación de seres humanos», dijo la escritora.
Poniatowska destacó como problema básico de México el «abismo» entre las clases sociales. «Tenemos al hombre más rico del mundo (Carlos Slim) y luego está la gente que no tiene nada, ¿cómo va a avanzar un país con esto?» y subrayó sobre la corrupción: «Robar es una fuente terrible de podredumbre, de quitarle sus raíces a un país, de enlodarlo», criticó.
«Un funcionario honesto es casi como una aguja en un pajar», sostuvo la escritora quien aseguró, que en México la realidad «es tan fuerte que no hay necesidad de inventarla. Es como de Shakespeare. Hace años bajan a (el candidato presidencial Luis Donaldo) Colosio (en 1994). Le dan un balazo, a su mujer le da cáncer y muere tres meses después. ¿Qué ficción necesitas? Tienes toda una tragedia ahí en poco tiempo».
«No somos un país en el que nunca sucede nada, ojalá sucedieran también cosas buenas, ojalá les pudiera contar cosas de las que estoy orgullosa», concluyó Poniatowska quien sostuvo que le duele «demasiado» que definan a México como un «narcoestado», pero admitió: «Es un estado fallido, es totalmente inferior a su pasado».