“El proyecto de ley de fomento a las revistas culturales viene a completar y enriquecer la Ley de Medios”, sostuvo, Mara Brawer, diputada nacional del Frente para la Victoria (FpV).
Aseguró también, que decidió apoyar el proyecto de Ley de Fomento para la Producción Autogestiva de Comunicación Social por Medios Gráficos y de Internet porque “la comunicación cultural es una actividad a la que sin duda hay que promover e impulsar, para contrarrestar la casi exclusividad de contenidos que pivotean en torno a la banalidad, el amarillismo y la reproducción de líneas editoriales preformateadas desde centros de poder mediático”.
Además, la vocal de la Comisión de Cultura, donde comenzará a ser debatida la norma, destacó que el proyecto “acertadamente promueve a las empresas sociales que encarnan este tipo de comunicación y así logra dar cuerpo a la declaración de la comunicación cultural como patrimonio argentino”. En ese sentido, Brawer diferenció a las publicaciones que son objeto de la ley de los medios comerciales que “se sostienen por las grandes ganancias que generan como soportes publicitarios y se alejan de la visión de la comunicación como verdadero intercambio y producción de conocimiento y cultura”.
La ex subsecretaria de Equidad y Calidad Educativa del Ministerio de Educación señaló que el proyecto de fomento para las revistas culturales “es fundamental para multiplicar las voces que luego se replican en otros medios, porque es una realidad que la prensa gráfica –incluido en su formato digital– sigue siendo la productora principal de contenidos que luego se comentan y amplifican en medios radiales y televisivos”.
Mara Brawer, consideró que el fomento a las revistas culturales ayudaría a replicar “experiencias como la del Canal Encuentro: un paradigma de la comunicación cultural de los últimos años, en instancias más locales y comunitarias”. Respecto de esa experiencia resaltó: “Sabemos que sin el apoyo del Estado es difícil que esto ocurra. La información y la comunicación son un derecho y una libertad, y como tales deben garantizarse”.
La ley de fomento a las revistas culturales fue presentada por el diputado del FpV Jorge Rivas el martes 14 de mayo en el Congreso y contó con el respaldo de Brawer y más de una decena de diputados: Agustín Rossi, Héctor Recalde, Mara Brawer, Adriana Puiggrós, Liliana Ríos, Remo Carlotto, Juan Carlos Junio, María del Carmen Bianchi, Carlos Heller, Silvina García Larraburu, Edgardo Depetri y Omar Plaini. Además, el proyecto cuenta con las adhesiones de la Universidad de Buenos Aires y las universidades nacionales de Lomas de Zamora, Quilmes y La Plata. También recibió el respaldo del IUNA y la Fundación Walter Benjamín.
-¿La producción autogestiva de Comunicación Social es una forma de producción aún invisibilizada por la legislación?
-La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual significó una ampliación de la mirada y un cambio de paradigma en cuanto a la Comunicación Social. Es precursora en este sentido y conforma un antecedente legislativo al que este proyecto viene a complementar y enriquecer. Es probable que la producción autogestiva en muchos otros ámbitos del quehacer social esté menos visibilizada. Es un desafío avanzar en este sentido para profundizar cambios que en el país ya se vienen desarrollando.
-¿Qué brindan las revistas culturales al “patrimonio cultural argentino”, con el que se las distingue de acuerdo a la ley?
-Como se expresa en los fundamentos del proyecto, el periodismo cultural independiente fue y es una garantía de expresión de las voces que en todo momento se alzaron contra las dictaduras militares y el mercado. Es productor de matrices y núcleos culturales e intelectuales cuya orientación no está divorciada de los principios profesionales y políticos de todos sus trabajadores, y esto marca una diferencia fundamental respecto del manejo empresarial de otro tipo de organizaciones económicas. Así, asegura la honestidad intelectual a la hora de elegir un tema y escribir una nota.
-¿Cómo se refleja esa diferencia?
-Las revistas culturales garantizan la pluralidad de creaciones e intereses, son un baluarte contra la monopolización de contenidos, de voces y de estéticas. Son expresiones que interpretan y representan la diversidad, la multiplicidad, la crítica y el compromiso. Apuestan a la creación de vínculos renovados y más cercanos entre la revista y la comunidad de lectores y eso enriquece nuestro patrimonio en tanto que en ellas tienen lugar a todas las voces. Basta observar la cantidad y diversidad temática de las revistas. Sin ir más lejos: entiendo que ARECIA nuclea más de 250 medios gráficos independientes. En esta multiplicidad encontramos además la posibilidad de especialización y profundización en temas que sirven para nutrir los intercambios y debates sociales, vecinales, estudiantiles y comunitarios.
-¿Que lecturas recuerda como muestra de esas características?
-Revistas como Hamartia, puede ofrecernos siete informes especiales sobre “Democratización de la Justicia” con un análisis exhaustivo de la institucionalidad más conservadora de la Argentina o una nota sobre la influencia de los medios en la violencia sexual. Temas que definitivamente no tienen lugar en los medios comerciales. Pienso también en temas como Arte y Política o Educación Popular, frecuentemente abordados en la Revista Sinécdoque o en expresiones como las de la editorial de la Revista El Teje, señera en la lucha por la identidad travesti, que llama a la decisión de “mantener la risa, el deseo, la alegría y la belleza, una decisión tomada y de carácter político. Una última mención, aunque quedan cien en el tintero, relativa a la importancia de las revistas culturales para la construcción política, es la de La Garganta Poderosa por “reivindicar el concepto de la palabra poder, opacar esa connotación negativa, que heredamos del poder entendido y malversado por la política tradicional, con la connotación positiva e indiscutible del poder popular”.
-¿La aprobación de la norma colaborara a federalizar e impulsar la “pluralidad de voces”?
-Es a lo que apostamos apoyando este proyecto. El mismo estipula una bonificación especial para las empresas sociales de revistas culturales, basada en criterios de regionalización donde se tendrán en cuenta niveles socioeconómicos de las provincias. Es un principio de equidad reflejado en una propuesta legislativa.
DATOS DEL SECTOR DE REVISTAS CULTURALES
- 241 títulos producidos, según el Registro Nacional de la Secretaría de Cultura de la Nación.
- Tirada promedio del sector: 350 mil ejemplares mensuales.
- Readership (lectores) promedio: 1.400.000 mensuales.
- Aporte del sector a la industria gráfica pyme regional: 1.750.000 pesos mensuales.
EJES CENTRALES DE LA LEY DE FOMENTO A LA PRODUCCIÓN AUTOGESTIVA DE MEDIOS GRÁFICOS.
- La ley aboga por políticas públicas destinadas a fortalecer el sector de la producción de comunicación cultural autogestiva: fomentándolo, protegiéndolo, impulsándolo.
- El concepto de Autogestión define quiénes pueden ser beneficiarios, pero también quiénes no. La comunicación cultural independiente se sostiene sin patrón y con el objetivo de crear vínculos que fortalezcan una producción de la información fundamentalmente social y más democrática.
- Es necesario garantizar nuestros derechos por escrito; establecer un contrato social. Como señala el primer artículo de la ley, es importante “declarar de utilidad colectiva e interés nacional la producción autogestiva de comunicación cultural independiente por medios gráficos”. Allí radica el sujeto, objeto y sentido de lo que proponemos.
- La finalidad del proyecto se centra en el desarrollo integrado, equitativo y eficiente de la estructura productiva. Ese desarrollo debe sostenerse en cuatro patas fundamentales: un tratamiento impositivo más justo para con el sector, un sustento económico de parte del Estado destinado a redistribuir los recursos destinados a los medios de comunicación, el acceso prioritario a licitaciones y concursos, y el acercamiento de los mecanismos de difusión y circulación estatales a través de sus instituciones (bibliotecas, correo, etc.).
Fuente: Prensa AReCIA