Un total de 850.000 personas participaron ayer en la Noche de los Museos, una exitosa 11va. edición que congregó a 208 museos y espacios culturales, tanto públicos pertenecientes a la Ciudad y a la Nación como privados, distribuidos en diferentes circuitos de las calles porteñas y que abrieron sus puertas hasta las tres de la mañana.
Según los datos proporcionados por la Ciudad de Buenos Aires y que incluye a todos los espacios que participaron de este clásico porteño, hubo lugares que se destacaron por la afluencia de público como el Museo Sivori donde hubo cuadras de cola para ver «Insólito», la muestra del escultor francés Mauro Corda.
También fue llamativa la cantidad de gente que se acercó al Planetario Planetario Galileo Galilei, en los bosques de Palermo, donde con canastas y reposeras el público fue a escuchar el concierto «Zurich Gala del bosque» conducido por el Maestro Angel Mahler, que reunió a más de 40 músicos y artistas invitados.
En Recoleta, miles de personas eligieron al Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), donde recorrieron las salas de la planta baja: allí se exponen «El Greco y la pintura de lo imposible. 400 años después» y «La seducción fatal. Imaginarios eróticos del siglo XIX». Mientras afuera miles disfrutaban de los shows al aire libre de Miss Bolivia, Tremor y Paloma del Cerro.
Con entrada gratuita, casi 7.500 personas recorrieron las instalaciones del MALBA, uno de los diez puntos de donación de alimentos no perecederos a beneficio de la Fundación Banco de Alimentos. Allí, la gente se abocó principalmente en «Antonio Berni: Juanito y Ramona», la primera exposición de Antonio Berni que presenta en forma exhaustiva sus series de Juanito Laguna y Ramona Montiel e incluye a los Monstruos de sus pesadillas.
Una cifra similar de visitantes se congregó a la lo largo de la noche en el Palais de Glace donde se exhiben las fotografía Premios Nacionales; una retrospectiva de Ernesto Pesce; la instalación de Fernando Brizuela y Andrés Toro y la primera exposición de los chicos en Palais.
Otro espacio concurrido en la zona Sur de la ciudad fue el Museo Histórico Nacional del Cabildo y de la Revolución de Mayo. En el escenario montado en el patio tocó la «Asombrosa Banda de Zamba». Cuando sonaba «Salve, Argentina» y los niños bailaban, otros visitantes circulaban por las salas históricas y subían a la galería exterior para obtener desde allí una fotografía de la Plaza de Mayo y la Casa Rosada.
«Es un honor que este sitio, que es clave en la historia de Buenos Aires y del país, resulte tan convocante», expresó su director, Gabriel Di Meglio.
También el sur de la ciudad, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (MAMBA) tuvo su público que estoicamente hizo dos cuadras de cola para ingresar, mientras que la muestra «El mundo según Mafalda», en la Usina del Arte, se convirtió en enclave de visitas durante esta edición, con filas que daban vuelta la manzana.
Otro hito de la noche fue la apertura de la Ex Esma, el Centro Cultural Haroldo Conti que tuvo una multitudinaria visita guiada de cien personas, muchos padres con niños pequeños, todos interesados en hacerles conocer la historia del predio en el que funcionó uno de los centros clandestinos de tortura más aberrantes de la última dictadura Argentina.
Visitas guiadas especiales, talleres, espectáculos teatrales y de danza, juegos interactivos y recitales coronaron una noche espectacular en la ciudad de Buenos Aires, donde miles de personas se trasladaron de un lugar a otro para vivir una jornada nocturna diferente y llena de contenido cultural.