Félix Díaz, qarashe de la comunidad qom Potae Napocna Navogoh de Formosa, se incorporó formalmente al Consejo de Presidencia de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) Nacional, durante un acto realizado el pasado viernes 5 de octubre.
En compañía de amigos, referentes sociales y de organismos de derechos humanos, Félix Díaz recibió una del obispo metodista y copresidente de la APDH, Aldo Etchegoyen, en la que se le informa que la Mesa Directiva de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos Nacional «resolvió por unanimidad en su reunión del 17 de septiembre pasado, invitar a usted a formar parte de su Consejo de Presidencia, instancia máxima de nuestro organismo». Agrega que sus miembros se sienten «honrados con tu aceptación de formar parte del mismo».
«Tu presencia oficialmente entre nosotros -continúa la nota- es símbolo de nuestro compromiso nacional e internacional desde hace casi 25 años por la defensa de los derechos de los pueblos indígenas. Hemos seguido y hemos acompañado junto con otros organismos de derechos humanos tu lucha junto a tu pueblo por vuestros derechos culturales y territoriales. Lucha reconocida públicamente en nuestro país como también en el exterior».
Miguel Monserrat, copresidente de la APDH, manifestó que la invitación a Félix Díaz implicaba «un reconocimiento y un respaldo a su lucha y a los objetivos que lo animan en defensa de su pueblo y de su comunidad, que es una forma fundamental de fortalecer la profundización de la democracia y la convivencia en nuestro país, bajo el principio del respeto a la diversidad cultural». Sostuvo que el qarashe formoseño «ahora será doblemente compañero: en la lucha por su causa y en la lucha general por los derechos humanos que afronta esta institución».
A continuación se ofreció la palabra a los presentes y en primer lugar la tomó el padre Francisco Nazar, también miembro de la APDH, quien consideró que además de qom y qarashe, Félix Díaz era «un profeta» porque «está anunciando tiempos nuevos para todos». Agrego que Díaz «es el único referente en Formosa que ha logrado desestabilizar y movilizar permanentemente el poder».
Pablo Pimentel, de APDH La Matanza, dijo sentir «alegría que Félix esté en este Consejo de Presidencia; Consejo de lucha porque la APDH nunca se aburguesó militando en una oficina, sino que lo hacemos desde la trinchera, y justamente la trinchera más complicada porque no negociamos cuando los principios y los valores están en riesgo».
A continuación, Mirta Acuña de Baravalle, Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, dijo: «Pensaba en mi hija y también en mi abuela que renegaba de Roca y de la Conquista del Desierto. Qué contentas estarán. Yo también lo estoy por Félix y su comunidad. Te admiro, te felicito y estoy agradecida de estar acá».
También presenciaron el acto el periodista Herman Schiller; representantes de la Junta Unida de Misiones, un organismo ecuménico que trabaja en la comunidad qom del Chaco desde hace 49 años; originarios de Formosa y de otras provincias; miembros de Resistencia Qom, quienes acompañan la lucha de Félix Díaz desde Buenos Aires y también viajan a Formosa, y militantes sociales y de organismos defensores de derechos humanos.
Félix Díaz fue invitado a cerró el acto agradeciendo la resolución tomada por la APDH, a los presentes y «a los amigos que no están en esta sala pero sé que siempre están atentos a lo que nos pasa en el territorio». Habló de la «espiritualidad indígena» y del legado de sus ancestros: «Cuando somos maltratados y pisoteados, no hay que pensar en lo físico sino elevar el espíritu para soportar esa dificultad» y no transformarse en un agresor.
Lamentó que muchas costumbres y valores indígenas «fueron sacados a través del cristianismo» y «se manipuló la existencia del indígena». Ello dejó «una marca muy fuerte en el mundo indígena porque tomaron esa imposición y escondieron las persecuciones que se hicieron desde el Estado y del poderoso para explotarnos y esclavizarnos».
También aclaró: «No queremos que nos vistan con los colores de un partido político y que nos marquen para ser parte de una organización. Los naturales queremos ser a través del respeto que se merece el ser humano». Agregó que los «gobernantes nos hicieron llorar por nuestros seres queridos pero nos dieron la posibilidad de entender que la única forma de cambiar la historia es a través de la lucha».
«Sólo soy un pequeño grano de arena en la búsqueda de la igualdad que todos queremos -indicó-. Esa igualdad todavía está lejos pero hay que luchar para que podamos llegar a un destino mejor porque a mí eligieron para eso». Destacó que estaban «sembrando» para el futuro: «Sé que no voy a lograr cosecharlo pero mis herederos lo harán y lo valorarán porque ha sido a través del sacrificio y del esfuerzo de mucha gente».
Fuente: Liliana Giambeluca para la Agencia Walsh
Foto: Fernado Lipina