«Vergüenza y respeto» es el título del documental de Tomás Lipgot que retrata la vida de una familia gitana del Conurbano, con sus tradiciones, creencias y conflictos y que se estrena hoy en el cine BAMA.
El filme se realizó en trece jornadas de rodaje que se extendieron a lo largo de varios meses y recorre la vida de los Campos, una familia de cuatro hermanos, sus padres, sus hijos y nietos que viven en la zona de San Miguel y forman parte de la tribu Caló que viene de España y llegó a Argentina a fines del siglo XIX.
Con varias generaciones que nacieron en el país, a pesar de eso los Campos conservan una particular forma de hablar, con algunos modos propios de la Península Ibérica.
Ejemplo consumado de endogamia, los Campos dividen el mundo entre gitanos y payos (todo el resto de la humanidad que no pertenece a su cultura) y más allá de mantener una vida común al resto solo entablan relaciones significativas y se casan entre ellos, siendo incluso comunes los matrimonios entre primos y primos hermanos, con una interpretación menos abarcativa a la de la actualidad de Occidente del tabú del incesto.
El filme le surgió a Lipgot en 2011 cuando estaba rodando en el campo de concentración de Auschwitz «El árbol de la muralla», un documental sobre un sobreviviente al Holocausto, y entró en un pabellón destinado a los gitanos.
«Siempre había tenido por los gitanos una mezcla de atracción, curiosidad y simpatía pero en ese momento tomé la decisión de hacer la película», cuenta Lipgot en charla con Télam, a partir de lo cual se pone en contacto con gente de la comunidad gitana y finalmente decide filmar a los Campos.
«Lo más arduo -cuenta- fue todo el proceso previo a la filmación, ganarme la confianza de ellos, porque producto de persecuciones y asilamientos han forjado un carácter muy defensivo, y yo tenía que mostrarles que iba a ser respetuoso con sus creencias y su modo de vida».
De hecho, y así queda expresado en la película, los Campos sostienen principios inflexibles en temas como la educación de los hijos, el ser gitano, la virginidad de las mujeres al llegar al casamiento y distintas cuestiones que hacen al modo de desarrollarse en el mundo.
«La base de la humanidad es la familia y los no gitanos destruyeron la familia en son de la economía», asegura en un tramo del filme Pirri, el mayor de la familia y padre de los cuatro hermanos Campos, en un pensamiento fuertemente conservador pero que también es marcadamente anticapitalista.
Hablando sobre algunas particularidades de los Campos, Lipgot se detiene en el cante y dice: «lo tienen como algo innato, algo que se sobreentiende y de lo que participan todos, es algo muy intenso y ellos guardan como un flamenco muy puro, un cante muy originario anterior a todo el desarrollo comercial del flamenco».
Lipgot cuenta también que la película pone de manifiesto «un conflicto en relación con las situaciones que deben enfrentar las distintas generaciones en su intento por mantener fielmente sus principios, hay como una tensión muy fuerte en esta comunidad entre conservar las costumbres y adaptarse a los dictados del mundo».
«Los gitanos de antes eran mejores», asegura en el filme Pirri hablando con uno de sus hijos, padre a su vez de otros dos varones y una niña y que es tan firme como él en la defensa de las leyes de su cultura pero está atravesado por otra generación.
«La cuestión es que -asegura Lipgot- el mundo contemporáneo va en un sentido contrario y diferente al de ellos y ellos están dispuestos a conservan todo aquello en lo que creen».
La película y Lipgot -que dice que los Campos pertenecen a un grupo de gitanos que llegaron a Argentina desde España en 1870-, aseguran que los caló abandonaron el nomadismo y se volvieron sedentarios hace mucho en Andalucía.
«Los gitanos no tienen Estado, no tienen una tierra, siempre fueron perseguidos y son muy conservadores de sus tradiciones y de su identidad y esta familia en particular, los Campos, se empeñó en conservar estos modos de vida y ser que los definen», concluye el realizador.
El filme, que se exhibió en el último Bafici y pasó por distintos festivales, puede ver desde hoy todos los días a las 20.40 en el cine BAMA (avenida Roque Sáenz Peña 1150), se proyectará también en la ciudad de Neuquén el 6 y el 8 de octubre y se estrenará luego en el cine Gaumont.