por Mónica Oporto
José Antonio Guillermo Divito había nacido el 16 de julio de 1914 en una familia de buena posición económica. Su padre, médico, esperaba que el hijo continuara la profesión, por eso lo educaron en el colegio Champagnat de Luján. Sin embargo «Willy», precoz dibujante, desbordó el molde que le querían imponer y a los diez años hacía un número en el teatro Versailles dibujando caricaturas a pedido del público, para a los 15 años publicar su primer trabajo en Página de Columba.
A los 19 ya dibujaba para la revista Sintonía y El Hogar, entre otras publicaciones. Poco tiempo después estaba trabajando en la famosa revista Patoruzú, dirigida por Dante Quinterno, donde creó personajes como «El enemigo del hombre», «Oscar dientes de leche» y «Temas porteños», pero, ya fuera por sus ya «audaces» siluetas femeninas que chocaban con la pacatería de Quinterno o por un negado aumento de sueldo, al tiempo renunció para fundar su propia revista: Rico Tipo.
Por sus páginas pasaron Oscar Conti (Oski), Carlos Warnes (César Bruto), Alejandro del Prado (Calé), Rodolfo M. Taboada, Horacio S. Meyrialle, Miguel Angel Bavio Esquiú creador de «Juan Mondiola», Pedro Seguí, Joaquín Lavado (Quino) Guillermo Guerrero (que más tarde sería uno de los fundadores de la revista Lupín), Raimundo Calcagno (Calki), Aldo Cammarotta, el genial Arthur García Núñez (Wimpi), Rafael Martínez, Billy Kerosene, Faruk, Toño Gallo, entre muchísimos otros escritores y dibujantes.
Divito sumaba a su habilidad para dibujar la de captar rasgos salientes en la vida cotidiana de los argentinos, en base a los que creó populares personajes, como el «yetattore» «Fúlmine», el traidor «Falluteli», el ingenuo «Bómbolo», la voraz «Pochita Morfoni» y el magistral «Dr. Merengue», prototipo de la duplicidad moral de las clases aristocráticas de la época.
Sin embargo, el mayor impacto de la revista lo provocaron las célebre «Chicas» dibujadas por Divito cuyas siluetas de cinturas «de avispa», gran busto y nalgas prominentes, ropa vistosa y atrevida, llamaban poderosamente la atención, aunque a la hora de hablar resultaban de «ideas cortas».
No obstante, muchas mujeres quisieron emularlas y ser «chicas Divito». ¡Hasta hubo una loción para mujeres «Divito»!. Incluso en los años 50 se publicó un Curso de Dibujo en 80 lecciones de las famosas Chicas.
En la Buenos Aires de los años 40 la revista resultó transgresora porque mostraba cuerpos femeninos de formas muy marcadas. Los dibujos de los vestuarios llegaron a influir también sobre la moda masculina en Buenos Aires: los trajes cruzados con chaquetas muy largas y con muchos botones, pantalones por encima de la cintura que fueron promocionados en las sastrerías como «trajes Divito».
Willy Divito fue un fanático del jazz, de la música brasileña, del boxeo y coleccionista de discos. Soltero empedernido, también aficionado a los autos y la velocidad, a bordo de su Fiat 1500 se estrelló contra un camión en la localidad brasileña de Lajes, mientras viajaba de regreso a Buenos Aires.
Fue en la mañana de 5 de julio de 1969 cuando al morir el dibujante, nacía el mito del dibujante de las chicas de figuras imposibles, humorista creador de estereotipos y de una revista emblemática, ícono del desenfado de una época.