La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires ha inauguró una muestra artística en honor al padre Carlos Mugica, símbolo de la defensa de los derechos humanos y la justicia social en los barrios más humildes.
La exposición, titulada «El Padre Carlos Mugica Vive en el Corazón de su Pueblo», recopila fotos, objetos y relatos que celebran la vida y el legado de este querido sacerdote.
La muestra itinerante fue diseñada para como homenaje al este sacerdote en el mes del 50 aniversario de su trágica muerte, ocurrida el 11 de mayo de 1974, cuando fue asesinado por la Triple A al salir de la iglesia San Francisco Solano tras de oficiar una misa.
Los visitantes de la exposición podrán sumergirse en la vida y obra del padre Mugica de 9 a 19 horas en el Hall de Honor de la Legislatura, hasta el viernes 17 de mayo. Entre los elementos destacados se encuentra un busto con su figura y los mismos zapatos que solía usar mientras recorría las calles de la villa. Esta obra de arte ha sido realizada por el Centro «Nueva Tierra» y la Parroquia Cristo Obrero, fundada por el propio Mugica en 1970 y donde descansan sus restos.
El legado de Carlos Mugica trasciende a todos y a todas, por esta razón los ediles porteños del bloque opositor consideraron importante recordarlo en un lugar tan significativo como la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. Un gesto de esperanza y resistencia que insta a la comunidad a unirse para mantener viva la memoria y el espíritu de Mugica.
El evento de inauguración contó con la presencia de diversos legisladores, figuras políticas y representantes de la Iglesia, incluido el vicepresidente primero de la Legislatura, Matías López. En su discurso, López hizo hincapié en la importancia de no ser indiferentes ante las injusticias y trabajar juntos para construir una sociedad más justa y equitativa, siguiendo el ejemplo de Mugica.
El actual sacerdote de la Parroquia Cristo Obrero, Ignacio Bagattini, recordó una frase emblemática del padre Mugica que ha sido inmortalizada en una placa en la avenida Ramón Castillo 1750. Esta frase, que habla de la «responsabilidad mayo» de acompañar al barrio con compromiso y empatía, refleja el profundo compromiso social de Mugica y sigue siendo relevante en la actualidad.
Por último, el arzobispo de Buenos Aires, monseñor José Ignacio García Cuerva, rindió homenaje al legado de Mugica y destacó la importancia de continuar su lucha por un mundo más justo y solidario. García Cuerva enfatizó que la causa por la que Mugica dio su vida, la causa del reino de Dios, la justicia, la paz y la fraternidad, es una causa invencible que todos debemos abrazar y defender.
En este 50 aniversario de la muerte del padre Carlos Mugica, su legado sigue vivo en el corazón de su pueblo y su ejemplo inspira a seguir luchando por un mundo mejor. La muestra artística en su honor es un recordatorio de su valentía, compromiso y amor por los más desfavorecidos, y nos invita a reflexionar sobre nuestro propio papel en la construcción de una sociedad más justa y solidaria.