La determinación tomada por Metrovías de sacar 20 formaciones del Servicio Subterráneo de Pasajeros no es sino una muestra más de la falta de responsabilidad con la que se ha manejado todos estos años, y una vez más pone en peligro la integridad de los pasajeros y la de los mismos trabajadores, con la consecuencia directa en el malestar social
El Cuerpo de Delegados de Subte antes y la Asociación Gremial de Trabajadores de Subte y Premetro (Agtsyp) hoy se han empeñado en sacar a la luz la falta de inversión de una Empresa que comenzaba su concesión en el 94 denominando a los usuarios como “clientes”, pues en aquellos comienzos era un “negocio redondo”, sin embargo, es claro que el negocio ya no es rentable para quien mira este servicio como un instrumento más para generar ganancias.
Siempre se ha dicho de los trabajadores que ponían palos en la rueda para que la Empresa del Grupo Roggio se desarrollara de forma normal, sin embargo es notable que a la luz de los casi 20 años de concesión y con el inmenso esfuerzo de los trabajadores el Subte no solo genero un negocio rentable sino que vio nacer en su ceno otras tantas empresas relacionadas con el tema, tal el caso de Roggio Transporte, y otras tantas que pululan en la órbita del Subte.
Pero no tiene menor responsabilidad el Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) Mauricio Macri, el cual posibilito la vigencia de esta actitud hostil de Metrovías, incumpliendo decididamente con el contrato de Traspaso del Servicio porteño. A pesar de que el costo por viaje aumentó más de un 100% en el mes de enero, reusó hacerse cargo de su responsabilidad como autoridad máxima de la Ciudad, frenando toda actividad de pago del Subsidio girado por el Gobierno Nacional y la propia Ciudad.
Una voz alerta, advierte y pone en aviso sobre los verdaderos motivos de la medida que tomó Metrovías, es la de un trabajador Roberto Pianelli, Secretario General de Agtsyp que en declaraciones a la Prensa decía “desde hace seis meses no se le efectúa mantenimiento de calidad a los vagones ya que desde ese plazo se cortó el subsidio”.
El sacrificio realizado por los trabajadores en los primeros años de concesión fue el “máximo”, trabajar más de 8 horas en condiciones extremas, había que levantar la flota de trenes caída bajo la malicia de los gobernantes de turno, y muchos de esos trabajadores hoy sufren las consecuencias directas en su salud. En 2001 cuando el país se venía abajo, fueron esos mismos hombres los que cargaron en sus hombros esa titánica tarea de salir adelante, porque siempre apostamos al proyecto, y a nuestro país.
Sin embargo ante una situación crítica en donde el sector empresarial debe hacer frente con sus posibilidades reales, definitivamente da un paso al costado “blanqueando” sus miserias con pretextos infantiles, porque la empresa “da pérdida”. Sin duda existe una vocación por la irresponsabilidad limpia y desleal para con el resto de la sociedad que debe viajar peor de lo que antes lo hacía.
No hay dudas que el esfuerzo, el sacrificio y la responsabilidad es propia de los trabajadores, y estos últimos años compañeros como Alfonzo en Taller Constitución de la C y Diego Martínez en el Taller Congreso de Tucumán en la D han dado su vida en sus puestos de trabajo. Esta es la hora de los sacrificios más altos, los más nobles, es donde el capitán debe decidir el curso de acción, y no “huir como ratas detrás del queso”.
Fuente: Secretaria de Prensa/ Agtsyp