Con un arco que pendula entre el impacto del conmovedor encuentro entre Estela de Carlotto y su nieto recuperado Guido y las potentes y crudas imágenes de los efectos entre las personas de la fumigación masiva con agroquímicos en Argentina, abre sus puertas la 26° Muestra Anual de Fotoperiodismo Argentino, organizada por ARGRA en el Palais de Glace, donde hasta el 17 de agosto se podrá recorrer en 300 imágenes temáticas que permearon el 2014, bajo una mirada crítica pero a la vez esperanzadora.
La convocatoria superó las 3.000 fotografías de autores de todo el país, luego un comité de edición integrado por Diego Aráoz, Daniel García, Sergio Goya, Mateo Pepe y RES seleccionó las imágenes finales de una muestra que refleja la mirada local en las categorías Actualidad, Deportes, Naturaleza, Medio Ambiente, Retrato y Vida cotidiana, constituyendo una radiografía visual de la cultura argentina.
Con una mejorada puesta que potencia el impacto de cada imagen, el Palais de Glace es el histórico escenario porteño -esta muestra viaja por el todo el país- que da cuenta con criterios profesionales tan heterogéneos como uniformes de lo que sucedió el año pasado en materia de acontecimientos, algunos más visibles en los medios de comunicación y otros, invisibilizados.
«Buscamos potenciar una mirada documental y de desarrollo sobre realidades propias del país; confrontar la infinita alegría y amor del encuentro entre Estela de Carlotto y su nieto Guido (foto de portada del anuario que sacó Leo Vaca) y por otro lado, la problemática muy fuerte de los agrotóxicos que hace al territorio, a los niños y las comunidades más postergadas. Desde nuestra subjetividad editorializamos», dice Ezequiel Torres, titular de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA).
Así también lo captó el premiado artista y fotógrafo cordobés RES, quien ofició de editor para este envío. «Si bien se ven las miserias con espíritu crítico, ésta es una muestra esperanzadora, que mantiene la tensión con nuestro lado más rescatable como personas, como sociedad y como pueblo. Es una buena radiografía», cuenta..
Así como la imagen simbólica de Vaca que retrató el histórico primer abrazo público entre la abuela de Plaza de Mayo y su nieto recuperado es la tapa y corolario de una lucha, la contratapa de la muestra está conformada por la serie de ocho imágenes que expone Pablo Piovano: «El costo humano de los agrotóxicos», un impactante recorrido visual -premiado en todo el mundo- sobre «el genocidio silencioso y por goteo de la fumigación masiva de glifosato en Argentina», dice el autor, fotógrafo del diario Página/12.
«Se gastan 360 millones de litros de agroquímicos anualmente sobre el 60 por ciento del territorio cultivable del país, la red de médicos oficia de comunicadores de este tema y hay 13 millones de afectados, un tercio de la población total que padece estos efectos, directa o indirectamente. Los casos de cáncer se incrementaron en un 300 por ciento y las malformaciones en niños aumentaron en forma alarmante», explica.
Piovano recorrió por su cuenta 6.000 kilómetros entre Misiones, Chaco y Entre Ríos durante 2014 y abril de 2015 para retratar «un escenario tan trágico e invisibilizado donde los intereses de políticos, la economía y los medios hicieron un tríptico que deja a todos esta gente en indefensión total».
El impacto que generó su serie en gran parte del jurado fue superlativo. «Además de un trabajo, es una causa», cuenta el autor sobre estas potentes imágenes que «tuvieron más premios que publicaciones» y que ahora se podrán ver en directo en una sala del Palais de Glace dedicada a estos trabajos.
En ese sentido, RES sostuvo que «hay muchas cosas que no las hemos podido debatir como sociedad, como por ejemplo el tipo de agricultura que se está empleando y el paquete tecnológico en la producción de soja. Las consecuencias del glifosato en la salud humana no se han podido debatir, no sé si existe el espacio y el poder necesario para hablarlo, está pendiente y con urgencia».
Sergio Goya, editor fotográfico de Infojus y parte del comité editorial destaca que «en el trabajo de Piovano hay un salto de calidad que es muy impresionante» y agrega que la importancia es que en esta muestra se exhibe «mucho material que los medios no publican ni difunden por cuestiones económicas o políticas. Acá se ven masivamente y el editor es cada fotógrafo que elige qué imagen y de qué manera quiere mostrarla».
La gloria, los festejos y la bronca argentina en el Mundial de Fútbol en Brasil, el Alud en Catamarca, la toma de terrenos en la Villa Papa Francisco, el incendio de Iron Mountain, la muerte de Gustavo Cerati, insectos, vida cotidiana e incluso una historia gráfica sobre el boxeador Luis Lazarte son algunas de las postales en la mirada de los fotoreporteros argentinos que se podrán ver en esta edición.
El medio ambiente «cobra una mirada, es algo que nos pasa a todos, al país y a nosotros al trabajar en esto y lo graficamos», subraya Damián Dopacio, también de ARGRA y organizador de la muestra.
Tal como resumió RES, en esta oportunidad las placas articulan «la miseria humana junto a lo que también podemos construir desde otros sitios y desde otras luchas que hacen que esta vida merezca vivirla».
«Una foto buena tiene que hablar del hecho que acontece y las periodísticas también son multivalentes, tienen muchos lugares por donde se pueden analizar, pero tienen que poder hablar de lo que muestran con contundencia», concluye Torres.
Con entrada libre y gratuita, la exhibición se puede recorrer de martes a viernes de 12 a 20 y sábados, domingos y feriados de 10 a 20 hasta el 17 de agosto, con visitas guiadas los sábados a las 17 y 18, en Posadas 1725, ciudad de Buenos Aires.