Aún con un presupuesto similar al de muchas capitales europeas, en la Ciudad de Buenos Aires la indigencia y la pobreza promedian, en el último año, al 21,6% de la población. Estos datos se desprenden de los informes realizados por la Dirección General de Estadísticas y Censos porteña. Para no caer en la indigencia una familia tipo, compuesta por dos personas adultas que trabajan y dos menores, propietarios del hogar que habitan, debió percibir en el mes de agosto 65.738 pesos. Para no ser pobre el ingreso estimado para esta misma familia tipo tuvo que alcanzar los 121.159 pesos. En el territorio porteño la mayoría existe una gran cantidad de viviendas ociosas y los planes habitacionales impulsados por el Gobierno porteño son prácticamente nulos. De esto da cuenta el informe Indicadores de la Ciudad (actualizado al 12/09/2022) también elaborado por la Dirección de Estadísticas y censos, que indica que el 34,6% de los hogares porteños son inquilinos en tanto que el 12,2% son viviendas son precarias, es decir, están ocupadas por razones de relación de dependencia, trabajo, préstamo o de forma irregular.
Ante este panorama la legisladora Laura Velasco, quien preside la Comisión de Políticas de Promoción e Integración Social, alertó que luego de 15 años de gobiernos macristas, “la Ciudad sigue siendo la más rica del país, pero también la más desigual, por eso necesitamos disputar este modelo de ciudad para pocos, donde las diferencias entre norte y sur son cada vez más profundas”.
Este argumento se sostiene en el informe sobre Líneas de pobreza y Canastas de consumo para la Ciudad de Buenos Aires del mes de agosto de 2022, donde la Dirección de Estadísticas y Censos porteña, haciendo una segmentación en seis estratos sociales, establece que «el ingreso total familiar en ‘pesos’ para un hogar compuesto por una pareja ‘varón y mujer’ de 35 años de edad, ambos económicamente activos y propietarios de la vivienda, con dos hijos varones de 9 y 6 años en la ciudad de Buenos Aires, corresponde se corresponde a la siguiente descripción:
Los hogares en situación de indigencia percibieron de cero pesos a 65.737,85 pesos. Los que son pobres pero no indigentes deben tener un ingreso de entre los 65.737,86 pesos y los 121.158,82. Para no ser pobre, aunque sí vulnerable, esta cifra tiene un piso de 121.158,83 pesos y un techo de 148.909,02. Luego le sigue el estrato denominado medio frágil, cuyo ingreso oscila entre los 148.909,03 pesos y los 186.136,28 pesos. Para conformar la ‘clase media’ el monto percibido debe ser superior a los 186.136,29 pesos y elevarse a los 595.636,11 pesos. A partir de los 595.636,12 pesos se forma parte del sector acomodado.
En este contexto, hace unos días la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) presentó en la Legislatura porteña junto al bloque del Frente de Todxs, la versión porteña de las leyes de Tierra, Techo y Trabajo, y se realizó el Pre Encuentro de Políticas Sociales “Para una Ciudad Inclusiva y con derechos para Todxs”, del que participaron el senador Mariano Recalde y lxs legisladorxs Claudia Neira, Berenice Ianez y Juan Modarelli, en el que se evaluaron las políticas sociales de estos últimos 15 años con eje en las personas mayores, con discapacidad, en situación y riesgo de calle y el sector de la economía popular, finalizando con la redacción de propuestas superadoras.
“Mientras se realizan obras multimillonarias y superfluas en el norte, en el sur el abandono es la regla. Incluso, en lo que va del año, el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat, principal brazo ejecutor de las políticas sociales del Gobierno porteño, ejecutó apenas un 35% de su presupuesto”, manifestó Velasco, organizadora de este pre-encuentro.
Y agregó: “Por eso seguimos trabajando para construir otro modelo de Ciudad, más justa y más vivible: La semana pasada presentamos junto a la UTEP la propuesta de leyes de Tierra, Techo y Trabajo para la CABA y el sábado nos juntamos a debatir y proponer políticas públicas que transformen esta Ciudad para pocos. Para eso necesitamos además trabajar desde una visión integral de las políticas sociales y un Estado presente se apoye en la gestión social de las organizaciones sociales y los trabajadores y trabajadoras de la Economía Popular, para dar respuesta a todas las necesidades y derechos vulnerados”.
«La pobreza y la desigualdad en la Ciudad están a la vista cuando crecen las personas en situación de calle, en emergencia habitacional, que no pueden sostener un alquiler, que viven sin acceso a vivienda digna, urbanización y servicios básicos. La vivienda, salud, educación y políticas sociales cada vez recortan más sus presupuestos. Crece sólo el negocio de la especulación inmobiliaria y la publicidad para la campaña de Larreta.