Los porteños elegiremos, el próximo 10 de julio, las autoridades de las 15 comunas en la que se divide la ciudad, luego de la sanción de la Ley de Comunas Nº 1777 en 2005. Los comicios llevan a cabo en el marco un desconocimiento generalizado por parte de la población sobre en qué consiste la descentralización y qué funciones específicas tiene cada comuna.
Las comunas son unidades de gestión política y administrativa descentralizada con competencia territorial, patrimonio y personería jurídica. Cada una de ellas estará gobernada por una junta comunal de siete miembros, según lo establecido por la Constitución local en 1996. Sus integrantes serán elegidos por primera vez el próximo 10 de julio, en los mismos comicios para designar Jefe de Gobierno y Diputados porteños.
Eduardo Macchiavelli, secretario de Atención Ciudadana de la ciudad, que tiene a su cargo llevar adelante la organización de las comunas, adelantó que: “El funcionamiento ideal de las comunas será parte de un proceso largo, luego de que asuman las autoridades el próximo 10 de diciembre. Va a tener un comienzo de incertidumbre, pero tiene que haber un compromiso de la clase dirigente de no generar con estos cargos beneficios a punteros políticos“.
El presidente de cada comuna cobrará el 70 por ciento del sueldo bruto de un diputado porteño, o sea, 8200 pesos, aproximadamente; el resto de los integrantes, el 60%, es decir, 7100 pesos. Esto da un total de 50.862 pesos por unidad administrativa.
Si bien durante los debates para incluir la descentralización en el estatuto porteño y para definir el contenido de la ley de comunas se esgrimía el argumento de que las unidades administrativas acercarían el poder a los vecinos e, incluso, serían los vecinos comunes quienes actuaran como comuneros, lo cierto es que actualmente la normativa local no contempla la participación de partidos vecinales en las elecciones.
Por lo tanto, los candidatos provendrán de los partidos políticos tradicionales. La voz de los vecinos quedará en todo caso reflejada en el Consejo Consultivo Comunal que, en teoría, permitirá que participen del proceso de toma de decisiones de los juntistas, cuyo mandato durará cuatro años.
Las juntas comunales compartirán el poder con el gobierno porteño. Sus competencias serán planificar, ejecutar y controlar los trabajos de mantenimiento urbano de las vías secundarias y otras de menor jerarquía. Le compete, en consecuencia, el arreglo de veredas, baches, arbolado y luminarias en calles y algunas plazas, pero no en avenidas, área de la que se ocupará la administración central.
Para consensuar las políticas por aplicar entre el Poder Ejecutivo central y las juntas comunales existirá un Consejo de Coordinación Intercomunal.
En cuanto al presupuesto que le corresponde a cada comuna, el monto anual no podrá superar durante los dos primeros años el 5% del presupuesto total de la ciudad, o sea que se repartirán unos 1200 millones de pesos entre las 15 comunas.
“Como erogación extra, la Ciudad tendrá que afrontar el salario de 105 cargos, que son los puestos totales que habrá en las 15 comunas. Si bien hay una ley que indica que en los dos primeros años se destinará a las comunas hasta 5% del presupuesto total de la ciudad, aspiramos a que en un futuro no haya un techo. De todas maneras, presentaremos una modificación en la ley las próximas semanas para ahondar en especificaciones que requiere la normativa”, aseguró Macchiavelli.