El miércoles 6 de febrero la Ciudad vivió su primera Maratón Musical cuando 30 clubes de música de barrio abrieron sus puertas, de manera libre y gratuita, para que los vecinos disfruten de una jornada a pura música y cultura. La jornada se llevó a cabo desde las 18 y hasta la una de la madrugada en: Al Escenario; Archibrazo; Bargoglio; Bebop; Bien Bohemio; Café Vinilo; Caff; Casa Brandon; Che, yo te avise; Circe; Club V; Emergente Abasto; Galpón B; Gregón; La Confitería; La Biblioteca Café; La Bohemia; La Paila; Ladran Sancho; Liverpool; Teatro Mandril; Matienzo; Pista Urbana; Plasma; Richards; Salón Pueyrredón; Strummer; Taconeando; Thelonious y Virasoro. Hubo Jazz, rock, tango y folklore, para todos los gustos y en todos los barrios. La programación, se organizó a propuesta de cada uno de estos espacios en tres franjas horarias con intervalos para que el público pueda circular por diferentes clubes y disfrutar de todo.
En total, fueron más de 6 horas en las que participaron músicos de trayectoria, tales como El Quinteto Real, Ale Kurz, Lucy Patané, Paula Maffia y Mono Fontana, y artistas de la cultura independiente tocando diversos géneros musicales
Para Enrique Avogadro, ministro de Cultura porteño, que motorizó esta iniciativa junto a la Cámara de Clubes de Música en Vivo (Clumvi) se trató de “una noche increíble sobre todo para los clubes que aportan un valor cultural muy importante a la Ciudad. Y que muchas veces funcionan de semilleros”. El sentido de la propuesta, explicó el funcionario es “visibilizar el rol de estos espacios vitales en la cultura de la Ciudad y que cada vez sean más visitados”.
En tanto, la directora del espacio cultural Pista Urbana y miembro de Clumvi, Mónica Lacoste agradeció “a todos los que hicieron posible una jornada maravillosa. Nos queda la alegría del trabajo realizado y el entusiasmo para seguir organizando estas jornadas colectivamente”.
Los espacios culturales tuvieron este año una nueva ley de habilitaciones que fue impulsada desde el Ministerio de Cultural de la Ciudad. Esta ley fue propuesta y acompañado por distintos sectores del Gobierno y agrupaciones independientes para darle un marco a la actividad. En ese sentido, Enrique Avogadro aclaró que: “Nuestra tarea es hacer que la cultura esté cada vez más presente en la vida de todos los vecinos, de todos los ciudadanos. Esto se hace, por un lado, con una propuesta de política cultural pública muy sólida, pero también una mirada que incluya a todo el ecosistema cultural, que incluye a la cultura pública no estatal, que son todos los que hacen cultura y no son parte del Estado: la cultura privada, la cultura independiente, la cultura comunitaria. Todo ese gran conglomerado de actores en el campo cultural son los que permiten que tengamos una oferta cultural casi única en el mundo. La ley de Centros Culturales Independientes es parte de esto”.