El colectivo de mujeres de La Casa del Encuentro realizará mañana una acción pública performativa junto a familiares y amigos de las chicas asesinadas en Ecuador, y a familiares de víctimas de violencia de género, frente al Congreso de la Nación.
La entidad convocó para mañana a las 18 a una «acción pública performativa» en la esquina de las avenidas Rivadavia y Entre Ríos, junto a familiares y amigas de Marina Menegazzo y María José Conti, asesinadas en Ecuador, «para pedir justicia por ellas y por todas», señaló Ada Rico, presidenta de ese colectivo.
«Nos manifestamos contra el sexismo y el machismo que atraviesa todos los sectores de la sociedad, y es el principal responsable de las desigualdades estructurales entre varones y mujeres que persisten y desde donde surge la violencia hacia las mujeres», enfatizó.
Si bien reconoció que «existieron avances en materia legislativa», la dirigente señaló que siguen «reclamando a los diferentes poderes todas las políticas públicas adeudadas desde hace años».
Rico recordó que «en la actualidad todavía no hay estadísticas oficiales» y que Casa del Encuentro realiza los informes de femicidio desde 2008. Desde entonces hasta 2014 «relevamos 1.800″, lo que resulta que cada 30 horas es asesinada una mujer por violencia de género».
«Vamos a acompañar a los familiares de víctimas de femicidio, quienes además siempre nos acompañan en las actividades reclamando justicia por todas las mujeres», agregó.
Luego pidió «romper las estructuras divisorias que existen entre hombres y mujeres «.
«Nosotras consideramos que a la sociedad la cambiamos entre todas las personas, tanto hombres como mujeres, es por eso también que reclamamos varios puntos que son imprescindibles para que se pueda terminar con la violencia hacia las mujeres, niñas y niños, en nuestro país», remarcó.
La Casa del Encuentro reclama desde 2009 por un plan nacional para erradicar la violencia de género como «base fundamental para un diseño federal de asistencia, protección y prevención».
También piden que se conforme un consejo federal contra la trata personas que brinde «todas las herramientas para la lucha contra este delito transnacional»; una ley de «pérdida automática de la responsabilidad parental» (ex patria potestad) del femicida y del abusador sexual condenado, y la ley «Brisa», que plantea un reconocimiento económico hacia los hijos víctimas colaterales de los femicidios, entre otras reivindicaciones.
El nombre del proyecto alude a Brisa Barrionuevo, una nena que a los 3 años tuvo que ir con sus hermanos gemelos de 7 a vivir con una tía -que ya tenía tres hijos-, luego de que su madre fuera asesinada a golpes por su marido, quien arrojó el cadáver a un río y quiso justificar la ausencia de su mujer diciendo que se había ido con un amante, abandonándolo a él y a los niños.