lunes, marzo 31

MIÉRCOLES DE JUBILAD@S

En el comunicado de esta semana, la Mesa Coordinadora Nacional de Jubilad@s y Pensionad@s, hace un análisis de la jornada de movilización del miércoles 19 de marzo, indicando que la misma se inscribe en la memoria colectiva como un hito de resistencia y confrontación. «En un contexto de creciente descontento social, esta movilización no solo fue una respuesta a la represión sufrida semanas atrás, sino también una manifestación contundente de voluntad popular y dignidad», expresa.

«Los ecos de la historia resonaron en la Plaza del Congreso, donde las voces de miles de ciudadanos reclamaban justicia y cambios en un sistema que parece haber abandonado a sus más vulnerables», dice, más adelante, y compara esta la manifestación del miércoles 19 con la brutal represión del miércoles 12 de marzo, cuando las fuerzas de seguridad desataron una brutal represión, arrojando gases lacrimógenos, balas de goma, deteniendo y golpeando a personas de forma arbitraria. Dejando herido a Beatriz Blanco, una mujer de 81 años que fue golpeada por la Policía Federal, y a Pablo Grillo, víctima de la violencia desproporcionada de la Gendarmería, que recibió el impacto de una granada de gas lacrimógeno en la cabeza.

La Mesa Coordinadora entiende que esos momentos de tensión, difundidos a través de distintos medios de comunicación y por las redes sociales, fueron los que avivaron la llama de la movilización, transformando un dolor individual en un clamor colectivo. La indignación por la violencia policial se intensificó tras las declaraciones de Patricia Bullrich, funcionarios y políticos aliados, como Mauricio Macri, quienes buscaron deslegitimar a los manifestantes y sus reclamos. Mientras que en el intento de reducir la movilización a una mera agresión o desobediencia, los medios corporativos banalizaron la violencia policial. Sin embargo, el pueblo, los jubilad@s y las organizaciones sociales no se dejaron amedrentar. «La amenaza de mayor represión anunciada para el 19 de marzo se convirtió en un llamado a la acción».

A medida que se acercaba el momento de la movilización, el fervor se intensificaba. La convocatoria del miércoles 19 superó a la de la semana anterior en términos de participación y diversidad. Todos los sectores de la sociedad se hicieron presentes: sindicatos, estudiantes, agrupaciones políticas y, sobre todo, una gran cantidad de jóvenes que se sumaron a la lucha por los derechos de las generaciones pasadas. El colectivo de jubilados, que lleva décadas batallando por sus derechos, se sintió respaldado. La Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones de Jubilad@s y Pensionad@s, que históricamente ha convocado a la lucha, reafirmó su compromiso: “los derechos se conquistan” y para ello, es imperativo estar en las calles.

El 19 de marzo, la Plaza del Congreso se convirtió en un mar de banderas, lemas y consignas que clamaban por la prórroga de la moratoria previsional, el 100% de cobertura de medicamentos para PAMI, y un aumento inmediato de los haberes. Este reclamo no es simple; es un grito de dignidad de un sector que ha sido sistemáticamente postergado por políticas que favorecen a los poderosos, mientras desatienden las necesidades básicas de los más vulnerables.

La jornada culminaría recordando la importancia de la fecha del 24 de marzo, cuando miles marcharán a la Plaza de Mayo y a todas las plazas del país en conmemoración del genocidio y el terrorismo de Estado. La lucha actual se entrelaza inexorablemente con la memoria de los 30.000 detenidos-desaparecidos, de quienes sus familias y amigos aún buscan justicia. “¡PRESENTES, AHORA Y SIEMPRE!” es una consigna que resuena como un eco contra el olvido y la indiferencia.

A medida que avanzaban las horas, los participantes reafirmaron su compromiso: “¡NO NOS HAN DERROTADO!” resonó en múltiples voces, un grito que se convirtió en una declaración de intenciones, una promesa de seguir adelante en la lucha por justicia social. La energía colectiva y la unidad en la diversidad demostraron que, a pesar de la adversidad, el pueblo trabajador está más vivo que nunca.

Concluida la movilización, surge una reflexión: la jornada del 19 de marzo de 2025 fue más que un acontecimiento; fue una afirmación de resistencia frente a un panorama adverso. Fue un recordatorio de que las convicciones, el coraje y la solidaridad de clase tienen la capacidad de desafiar a quienes detentan el poder.

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