miércoles, febrero 5

MIÉRCOLES DE JUBILAD@S

«Una vez más, el Gobierno nacional brinda una demostración contundente de sus verdaderos objetivos. El anuncio del aumento del 2,7% en los haberes de los jubilados a partir de febrero parece, a primera vista, una medida destinada a mitigar el impacto de la inflación en este sector vulnerable. Sin embargo, el detalle revela una realidad más sombría. Este incremento se aplica únicamente sobre el haber mínimo, mientras que el bono de $70.000, fundamental para muchos jubilados, permanece congelado desde marzo de 2024. Este aumento se traduce, en la práctica, en un reajuste que oscila entre un 2,1% y un 1,9% —muy por debajo del porcentaje anunciado», comienza diciendo el comunicado de esta semana elaborado por la Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones de Jubilad@s y Pensionad@s de Argentina.

En este sentido, señalan: «Para el Gobierno es sencillo jactarse de que los jubilados no pierden ante la inflación, pero los números cuentan una historia diferente. La verdadera preocupación parece no ser la dignidad de los que trabajaron toda su vida, sino la posibilidad de que los más adinerados se beneficien con rebajas en la compra de autos de lujo». Paradójicamente, esta administración ha optado por disminuir casi a niveles simbólicos el impuesto sobre los bienes personales para las élites, mientras que vuelve a cargar con gravámenes sobre los salarios de los trabajadores. «Una política que, a todas luces, refuerza la desigualdad».

Más adelante, en un apartado donde se analiza la lucha de los Jubilad@s y el eco de la Historia, señala: «Javier Milei, el presidente que se presenta como el paladín del liberalismo extremado, no puede actuar sin consecuencias». Una de las más claras evidencias de esto fue la movilización del 1° de febrero, que surgió a raíz de sus polémicas afirmaciones en el Foro de Davos. A su discurso homofóbico y misógino, propio de un personaje que evoca figuras nefastas como el inquisidor Torquemada, se sumaron no solo los sectores de la comunidad LGTBQA+, sino también una pluralidad de movimientos y organizaciones sociales que ven en este gobierno un ataque frontal contra los derechos conquistados.

Como afirma el escrito, ese sábado, las calles vibraron con el clamor de miles de personas que se unieron en repudio a un modelo de país que, lejos de promover la inclusión y el respeto, se sumerge en la ultraderecha que ataca las conquistas sociales. La manifestación fue una ola de color y diversidad, un eco de voces que exigían atención, dignidad y justicia. Cada pancarta, cada canto, marcó un claro mensaje: «El pueblo no se rinde, y se levantará una y otra vez ante el embate de la injusticia».

La réplica de esa movilización en distintas ciudades del país y del mundo sirve como un recordatorio potente de que la lucha es un camino necesario. «Cada vez que el pueblo se organiza y se moviliza, renueva su fuerza y su determinación. La resistencia a un modelo conservador, reaccionario y antidemocrático —casi medieval en su concepción— sólo puede ser efectiva si se articula desde la unidad y la solidaridad».

Es así como la Mesa Coordinadora de Organizaciones de Jubilad@s hace un llamado a la lucha en unidad, porque considera que ese es el camino. «No solo por el presente de nuestros jubilados y de todos los trabajadores que sostienen el país, sino por un futuro donde el respeto, la igualdad y la justicia sean los pilares de nuestra sociedad. Así como en la historia, hoy también nos encontramos en una encrucijada. La decisión sobre qué lado de la historia elegimos ocupar dependerá de nuestra capacidad de unir fuerzas y masificarnos para hacer escuchar nuestras voces».

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