Muchas mujeres temen denunciar situaciones de violencia debido a la falta de recursos económicos o habitacionales, revela un informe de la Defensoría General de la Nación (DNG). En la ciudad de Buenos Aires, durante el año 2013, las oficinas de atención de la DGN atendieron gratuitamente, 3.446 consultas e intervinieron en 1.492 situaciones de violencia de género en el ámbito familiar, con un promedio de 287 casos mensuales.
El informe revela que el 26% de las asistidas viven en hogares precarios, dato que sirve para el diseño de la estrategia legal de un caso y para pensar políticas públicas de acceso a la vivienda de la población vulnerable, además de identificarlo como un condicionamiento para salir de situaciones de violencia.
Otra arista que dificulta la decisión de hacer la denuncia es el papel de cuidadoras de las mujeres, considerando que el 86% de las víctimas son mamás, tienen sus hijos a cargo, y un 3% también tiene a su cuidado a adultos mayores.
Otra barrera para las víctimas, según el análisis de la Defensoría es que la mitad de estas mujeres son el principal sostén del hogar. En tanto que el 40% no tiene ingresos, o si lo tienen, éste no supera los 2.700 pesos. La dependencia económica de ellas respecto del maltratador y la necesidad de satisfacer las necesidades de sus hijas e hijos pueden actuar como un desincentivo para hacer denuncias, analiza el organismo.
La intensidad, frecuencia y duración de la violencia muestra una situación crítica, ya que el 89% de las mujeres refirieron que sufren maltrato a diario o semanalmente. El informe también señala que «una de cada tres mujeres ha referido que los denunciados han incumplido las medidas de protección dictadas en los procesos de violencia y han padecido nuevas agresiones luego de la denuncia».