El tratamiento de la Ley que faculta al Ejecutivo porteño a vender 12 predios de la Ciudad, entre ellos, los terrenos que forman parte del Barrio Padre Carlos Mugica, ex Villa 31, se venía posponiendo demasiado. Las protestas de vecinos y organizaciones sociales eran cada vez más visibles y comprensibles. La decisión de la alianza electoral Larreta-Carrió-Lousteau-Cortinas fue aprobarla en la sesión del jueves 4 de julio. Así lo hicieron, pese a la presencia de organizaciones sociales que se oponen a esta medida, pese al llanto de las mujeres de la ex Villa 31, pese a las marchas de antorchas que se hicieron para repudiar esta iniciativa.
La escribanía más diligente de la Ciudad la sostienen los 41 ediles que, con su voto, argumentaron que el Gobierno porteño necesita vender estos predios para pagar los intereses de la abultada deuda de 175 millones de dólares, contraída con la Corporación Andina de Fomento (CAF) para hacer las obras del Paseo del Bajo.
Los ciudadanas y las ciudadanos de Buenos Aires deberán pagar un precio muy alto por desprenderse de este patrimonio: menos espacios públicos y zonas verdes para el disfrute y un progresivo encarecimiento de la tasa de servicios municipales y otros impuestos.
Los vecinos y las vecinas del Barrio Padre Carlos Mugica -ex Villa 31- se verán obligados/as a abandonar sus hogares, el legendario Mercado de Hacienda de Mataderos pasará manos privadas y la Estación Dorrego de Villa Crespo, quedará al arbitrio de la especulación inmobiliaria.
La suerte de Mugica
Los inmuebles que forman parte del polígono denominado Barrio Padre Carlos Mugica se integrarán a la vorágine del Mercado Inmobiliario. Su sola ubicación los hace muy preciados. No en vano, el año pasado, el Ejecutivo porteño logró con el voto de sus ediles y aliados la aprobación de la Ley 6129, de reurbanización del barrio, donde obliga a los vecinos y a las vecinas a escriturar los terrenos que habitan y abonarlos mediante hipotecas. Si el precio de la tierra aumenta, el endeudamiento de sus habitantes, que en general se encuentran bajo la línea de pobreza, se hará insostenible, de manera que se verán obligados a vender sus hipotecas al mejor postor, abandonando su lugar de origen y referencia. No en vano, tampoco, se agregaron al texto de la ley aprobada el jueves dos proyectos que hacen a reurbanización de la zona e incrementarán el valor de la tierra. Se trata de la construcción de dos nuevos polos educativos dentro del polígono en venta, sin especificar si serán de orden estatal o privado.
Uno de los terrenos en cuestión, donde en la actualidad se emplaza un supermercado, fue transferido de Nación a Ciudad sin la venia del el Congreso, tal como lo indica la Constitución. Y, de inmediato, por iniciativa de Horacio Rodríguez Larreta, la Legislatura, sin analizar si el predio podría necesitarse para otros fines que no sea la explotación por un privado, dispuso su venta.
Una parcela de tierra
En últimos dos años en la Ciudad de Buenos Aires se subastaron 53 inmuebles públicos, pertenecientes tanto al gobierno nacional como al porteño. El Mercado de Hacienda, no podía ser menos, es un bien apetecible. Un detalle: la Ley aprobada el jueves 4 de julio señala que : «el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires mantendrá el dominio de la superficie destinada para uso y utilidad pública de acuerdo a lo que establezca la Ley de Desarrollo e Integración Urbana del Predio Mercado de Hacienda, siendo la mencionada superficie del 65% del total».
De remate
El predio del Dorrego, ex Mercado de Pulgas, acaba de ser vendido por 20 millones cien mil dólares. El 35% de su superficie será destinada a la construcción de un emprendimiento inmobiliario privado y, al igual que el Mercado de Liniers, el 65% restante será de uso y utilidad pública. La superficie edificable alcanza 35.000 metros cuadrados, de los cuales 5000 metros cuadrados se destinarán a la actividad audiovisual, dado que el predio está ubicado en el denominado Distrito Audiovisual o New Colegiales. Al Gobierno porteño se lo concederán en comodato, tan sólo 500 metros cuadrados de esta construcción que podrá alcanzar los 31 metros de altura.
Votación
La iniciativa, como todas las que provienen de la usina de calle Uspallata, tuvo un pronto despacho en la Comisión de Presupuesto y Hacienda, durante su tratamiento, el diputado opositor Mariano Recalde presentó un dictamen de minoría, argumentó que no existen razones de emergencia financiera para que esta Legislatura apruebe su autorización para la venta de estos predios.
Durante el debate del en el Recinto, la oposición, cuestionó la venta de tierras públicas para pagar amortización de la deuda y la forma en que se pretende urbanizar el barrio. También calificó al proyecto como un «negocio inmobiliario» y una ley expulsiva de los vecinos.
La farsa de la urbanización
Tras un incendio que se produjo en una vivienda de la Villa 20 en la madrugada de lunes 8 de julio, aparentemente, debido a un corto circuito en el deficiente tendido eléctrico, el legislador por el Frente de la Izquierda y los Trabajadores, Gabriel Solano, tildó de mentirosos los planes de urbanización de Horacio Rodríguez Larreta. “Cada vez crecen más las condiciones de hacinamiento que viven los vecinos y vecinas. De hecho, cada vez hay mas personas condenadas a vivir en las villas por la expulsión de las familias trabajadoras del casco urbano por alquileres impagables, producto de la especulación inmobiliaria”, expresó Solano y advirtió: “La supuesta urbanización no tiene análisis ni control de los trabajadores de cada una de las manzanas, no hay acceso a la luz ni a las cloacas, en los pasillos los trabajadores están a merced de las mafias que lejos de haberse desmantelado, como dice Bullrich, el narcotráfico está instaladísimos y siguen operando en las villas de la Ciudad”.