viernes, noviembre 22

¡PELIGRO! CÓDIGO CONTRAVENCIONAL

«Con el proyecto de ley de reforma del Código Contravencional en la Ciudad, enviado por el Jefe de Gobierno Larreta a la legislatura porteña, se consuma y legaliza un Estado terrorista ,conocido por miles de personas convertidas en víctimas por decisión política de Larreta,  pero que hoy avanza en tiempos de ajuste, inexorable  contra todo el pueblo en su conjunto», señala en un comunicado de prensa de Omar Guaráz de Vendedores Libres, organización que nuclea a personas que realizan venta ambulante en las calles de la Ciudad
La reforma del Código Contravencional deja manos de la Policía de la Ciudad, el control de las calles, otorgándole atribuciones de detener (y encarcelar) a toda persona que ejerza alguna conducta que a criterio de esa Fuerza resulte una“contravención». Todo ello,  sin dar aviso ni intervenir a la Justicia, pues podrán actual de oficio con una sola denuncia «anónima» a bien de oficio.
«La consecuencia de la reformas en el Código Contravencional se plasmará en la detención de miles de trabajadores informales en la Ciudad», señala Guaráz y explica que el número de trabajadores informales «crece inexorable al ritmo de la exclusión planificada desde el Gobierno nacional y del ajuste económico feroz que avanza y se consolida implacablemente en los sectores más vulnerables de la población».
El dirigente sindical, que forma parte del Central de Trabajadores de la Argentina, sostiene también que el carácter represivo  introducido como modificación del Código Contravencional, alcanzará, también, a «periodistas y particulares que filman los operativos y registran las represiones policiales en las calles de la Ciudad», en este sentido, explica Guaráz «La policía podrá alegar sentirse ‘intimidada y hostigada’ , consolidando asó forma la impunidad de sus acciones y consecuencias posteriores».
La trampa de la reforma del Código Cotravencional se sustenta en  una supuesta “perspectiva de género” para castigar quienes ejercen acoso callejero. Es decir, con la excusa de  proteger a “pobres mujeres”, estas modificaciones alteran cualquier estado de derecho. Sucede algo parecido en el capitulo que otorga potestad a los Fiscales para controlar el ciberespacio, las redes sociales, la intimidas y la ideología,  con el pretexto combatir el ciberacoso. Con el agravante que si un particular, funcionario u organización política partidaria o religiosa considera considera  alguna expresión es “intimidatoria u hostigadora», puede ser querellar a quien la emitió, sea esta una persona o un medio de comunicación.
Para Guaráz estas acciones serán no sólo la  continuidad de las represiones que se vienen dando en la Ciudad desde la creación de la Nueva Policía, también la profundización de une estado policial con personal  «entrenado estratégicamente por servicios y militares en Israel, que aplica a diario técnicas antiterrorista contra la población civil».
«La institución policial se parece  más a los  grupos de tareas que actuaron en las peores épocas en nuestro país y tan sólo falta que la Legislatura legalice este accionar con la aprobación de las reformas propuestas por el Ejecutivo al Código Contravencional», señala el dirigente sindical y agrega «Desde su creación, la Policía de la Ciudad fue utilizada por Larreta para desplegar terror y control social sobre parte de nuestra población, ahora avanza contra todos y cualquiera. Esta policía persigue y apuñala vendedores ambulantes, fractura huesos y provoca traumatismos severos a los vendedores senegaleces. Una suerte de acción disciplinaria, que se plasmó en la detención de centenares de vendedores callejeros, trabajadores informales, artistas callejeros armándoles causas judiciales. Esta policía es la que detuvo a decenas de manifestantes en las marchas por el esclarecimiento de la desaparición seguida de muerte de Santiago Maldonado, el 1º  de septiembre  del año pasado, la que dispara a nuestros jóvenes por la espalda, la que reprime las manifestaciones de los trabajadores».
La propaganda oficial no desmiente a Guaráz, al contrario, confirma sus temores. Más de 13 policías en la calle, millares de cámaras controlando la Ciudad. Que con el objetivo de mantener el orden y la paz social no escatima en reprimir, encarcelar, generar terror y disciplinar en medio de una política de ajuste económico e incremento de la indigencia descomunal. En este sentido, Omar Guaráz concibe la reforma del Código Contravencional como una forma penalidad  sin garantías mínimas de justo proceso, sin defensa, ni juez. «Una mecanismo inquisidor que construye un enemigo interno y busca condenas. Este nuevo Código de Contravencional habilita al poder policial para allanar domicilios, apropiarse de bienes, perseguir personal, vigilarlas e intervenirle las comunicaciones»
Una de las  víctimas estratégicas de este gobierno son, precisamente, los vendedores callejeros, pero se extiende a cualquier expresión que pueda realizar un individuo o grupo de personas en la vía pública, como por ejemplo, las expresiones del arte y de la cultura popular.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *