Docentes, padres y vecinos que trabajan por la urbanización de la Villa 31 y 31 Bis pidieron hoy la construcción de un polo educativo que responda a la demanda de educación de miles de niños y adolescentes de esos asentamientos del barrio porteño de Retiro.
«Se trata de integrar las escuelas al barrio y el barrio a la Ciudad de Buenos Aires, un reclamo histórico de los habitantes de las villas 31 y 31 bis que contempla -en el marco de la urbanización- que los chicos tengan su escuela en buenas condiciones y cerca de la casa», dijo el docente y secretario de Educación de UTE-Ctera, Marcelo Parra, en el lanzamiento de una esa mesa de trabajo para concretar la meta.
El reclamo será formalizado a través de un proyecto legislativo, además del grupo de trabajo integrado por docentes, padres y vecinos de organizaciones para la urbanización de las villas de las villas 31 y 31 Bis.
Los delegados de UTE-Ctera dijeron que sólo unos 1000 niños y adolescentes de las villas 31 y 31 bis concurren al Jardín de Infantes, Primaria 25 y Secundaria 6, del Distrito 1, que funcionan en el «esqueleto» del edificio de un «frustrado» hospital que se iba a construir en la zona, al que se accede cruzando la Avenida Antártida Argentina.
«Pésimas condiciones de higiene y seguridad soportan los 1000 alumnos de esas escuelas», denunció Parra al lanzar la iniciativa que apunta a la construcción de un polo educativo integrando esas tres escuelas, el Centro de Educación de Adultos (Cens) que es parte de ese espacio, además de un centro de salud, un polideportivo y un auditorio.
«El resto de los chicos en edad escolar de la población de 70.000 habitantes que vive en la villa 31 y 31 bis, debe buscar una vacante en escuelas distantes, a más de 10 cuadras de su casa», indicó Parra.
Además del proyecto legislativo que impulsarán cinco diputados ante la Legislatura porteña, la mesa de trabajo -convocada por UTE-Ctera junto a la comunidad educativa Padre Carlos Mugica y organizaciones sociales y políticas de Villa 31- hará el pedido formal de la construcción del polo educativo al Gobierno porteño a través del ministerio de Educación, a cargo de Soledad Acuña.
«Se trata de integrar las escuelas al barrio y el barrio a la Ciudad de Buenos Aires, un reclamo histórico de los habitantes de las villas 31 y 31 bis que contempla -en el marco de la urbanización- que los chicos tengan su escuela en buenas condiciones y cerca de la casa», dijo el docente y secretario de Educación de UTE-Ctera, Marcelo Parra, en el lanzamiento de una esa mesa de trabajo para concretar la meta.
El reclamo será formalizado a través de un proyecto legislativo, además del grupo de trabajo integrado por docentes, padres y vecinos de organizaciones para la urbanización de las villas de las villas 31 y 31 Bis.
Los delegados de UTE-Ctera dijeron que sólo unos 1000 niños y adolescentes de las villas 31 y 31 bis concurren al Jardín de Infantes, Primaria 25 y Secundaria 6, del Distrito 1, que funcionan en el «esqueleto» del edificio de un «frustrado» hospital que se iba a construir en la zona, al que se accede cruzando la Avenida Antártida Argentina.
«Pésimas condiciones de higiene y seguridad soportan los 1000 alumnos de esas escuelas», denunció Parra al lanzar la iniciativa que apunta a la construcción de un polo educativo integrando esas tres escuelas, el Centro de Educación de Adultos (Cens) que es parte de ese espacio, además de un centro de salud, un polideportivo y un auditorio.
«El resto de los chicos en edad escolar de la población de 70.000 habitantes que vive en la villa 31 y 31 bis, debe buscar una vacante en escuelas distantes, a más de 10 cuadras de su casa», indicó Parra.
Además del proyecto legislativo que impulsarán cinco diputados ante la Legislatura porteña, la mesa de trabajo -convocada por UTE-Ctera junto a la comunidad educativa Padre Carlos Mugica y organizaciones sociales y políticas de Villa 31- hará el pedido formal de la construcción del polo educativo al Gobierno porteño a través del ministerio de Educación, a cargo de Soledad Acuña.