viernes, noviembre 22

POR EL DERECHO AL TRABAJO

En el marco de una multitudinaria movilización que los organizadores estimaron en más de 350.000 personas, las cinco centrales sindicales dieron hoy un mensaje claro hacia la concreción de la reunificación gremial el 22 de agosto venidero, y una señal inobjetable en defensa del empleo al advertir que si el Gobierno veta la ley de emergencia ocupacional que está debatiendo el Congreso, convocará a un paro general.
La movilización de miles y miles de trabajadores quedó a la par en una hipotética tabla comparativa a la realizada por la CGT el 30 de abril de 2009 en la avenida 9 de julio, cuando Hugo Moyano era secretario general de la central obrera, el metalúrgico Juan Belén el adjunto y Cristina Fernández de Kirchner era la presidenta.
Sin registrarse inconvenientes desde hora muy temprana comenzaron las concentraciones de las CGT Alsina, Azopardo y Azul y Blanca y las CTA de los Trabajadores y Autónoma, en las cuatro entradas previstas por los organizadores que volvieron a poner de manifiesto su capacidad para contener a miles de personas.
En medio del incesante retumbar de los bombos y el estruendo de miles de bombas, comenzaron a colmarse desde las 13.00 todas las arterias circundantes al escenario de unos 50 metros de largo, instalado sobre la avenida Paseo Colón e Independencia, de espaldas a la sede de la CGT y a la Facultad de Ingeniería.
Banderas y globos aeroestáticos de la Unión Obrera Metalúrgica, de distintas seccionales de Camioneros, Unión Docentes Argentinos, Asociación de Modelos, La Fraternidad, Fatun, Federación de Panaderos, Ceramistas, Unión Personal Civil de la Nación, CTA y de organizaciones sociales, predominaron en el acto.
Tras encontrarse en la sede de Azopardo 802, Moyano, Antonio Caló, Hugo Yasky y Pablo Micheli, a las 15.30 todos ellos se dirigieron al palco, mientras que los representantes de partidos políticos y de organizaciones sociales se ubicaron en otros dos estrados más pequeños ubicados a los laterales del central.
En el palco principal además de Moyano, Caló, Yasky y Micheli, estuvieron Andrés Rodríguez (UPCN), Juan Carlos Schmid (CATT), Sergio Palazzo (Bancarios), Héctor Daer (Sanidad), Abel Frutos (Panaderos), Omar Plaini (Canillitas), Domingo Moreyra (Ceramistas), Horacio Ghillini (Sadop), Sergio Romero (UDA) y Pablo Moyano (Camioneros), entre otros.
En los restantes palcos se registraron las presencias del ex candidato presidencial por el Frente Para la Victoria, Daniel Scioli, el ex senador Nito Artaza; el presidente del Parlasur, Jorge Taiana; José Scioli; Eduardo Valdes; Deborah Giorgi; Mario Cafiero; Eduardo Jozami y Leonardo Grosso, entre otros.
Entre los ausentes figuraron el titular de la CGT Azul y Blanca, José Luis Barrionuevo -se sabe que fue a raíz de la participación y adhesión del Partido Justicialista a la movilización-; Gerónimo Venegas cuestionado por su apoyo a Mauricio Macri; José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y Gerardo Martínez (UOCRA) por encontrarse en el exterior, y los referentes de los «veteranos»: Carlos West Ocampo (Sanidad) y Armando Cavalieri (Mercantiles).
El primero de los oradores fue Schmid que tuvo a su cargo la lectura del documento elaborado por las cinco centrales sindicales y luego fue el turno de Pablo Micheli. Le siguieron Hugo Yasky y Antonio Caló y finalmente lo hizo Hugo Moyano, quién habló largamente como dando la sensación de una despedida.
Los cuatro dirigentes coincidieron en destacar la labor desplegada en favor de la reunificación de la CGT, en defensa del empleo, en las críticas por los inconvenientes que sufre la clase trabajadora por el aumento del índice de precios y el alza de tarifas.
También coincidieron, con distintas referencias, en la advertencia al gobierno nacional para que no vete la ley emergencia ocupacional que prohíbe los despidos de trabajadores por 180 días sancionada en el Senado y que aguarda tratamiento en las comisiones en la Cámara de Diputados.
Micheli, tras señalar que «no estamos protestando contra nadie, lo hacemos en defensa propia porque nos meten la mano en el bolsillo todos los días y porque todos las medidas de este Gobierno son a favor de los grupos concentrados de poder y ninguna a favor del pueblo», añadió que «va a haber conflicto si vetan la ley, porque vamos a agudizar la lucha y si no nos escuchan habrá paro nacional».
Entretanto, Yasky luego de afirmar que «no queremos represión a la protesta social», destacó que «si el Presidente decide modificar o vetar la ley de emergencia ocupacional, que sepa que este acto va a ser una miniatura, cuando decidamos salir a la calle».
Por su parte Caló, en el mismo tono que Micheli y Yasky, advirtió que si Macri «veta esta ley, los trabajadores y el movimiento obrero en su conjunto vamos a salirle a pelear los puestos de trabajo en la calle y eso que no le quepa duda a nadie».
Moyano por su parte señaló que si se registraban leyes que «vayan en contra de los intereses de los trabajadores, las vamos a enfrentar».
Cuando Moyano, que pronunció el discurso más extenso, bajó del escenario, un grupo de activistas y trabajadores camioneros cantaron el clásico «Moyano no se va…Moyano no se va», pese a que el tenor de su mensaje sonó a despedida.

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