La Legislatura porteña convirtió, en la sesión del jueves pasado, en ley el diseño de un plan integral de prevención de adicciones para desarrollar en las escuelas de la Ciudad, que será dirigido por especialistas multidisciplinarios con el objetivo de reducir las condiciones de riesgo vinculados al consumo de sustancias psicoactivas de niños y adolescentes.
La normativa contempla una política pública en materia de prevención de adicciones en el ámbito educativo destinada a complementar el tratamiento de la temática de las adicciones en el ámbito escolar, donde en la actualidad se llevan adelante talleres enfocados en los estudiantes, pero de manera desarticulada.
“La ley que aprobamos contempla la implementación de estrategias pedagógicas complementarias como talleres, jornadas y otras modalidades alternativas que buscan abrir espacios de contención, reflexión y consulta sobre esta compleja problemática”, definió el edil Roy Cortina, uno de los impulsores de la iniciativa.
El legislador dijo que “constituye un paso adelante en el abordaje de esta temática, sin miradas acusatorias y desde una perspectiva que promueve los comportamientos saludables y las actitudes responsables frente al uso de sustancias psicoactivas”.
La ley sancionada pone en un equipo interdisciplinario la responsabilidad del diseño de un plan integral de prevención de adicciones en la esfera educativa “con el objetivo de reducir las condiciones de riesgo vinculados al consumo de sustancias psicoactivas por parte de los niños, niñas y jóvenes».
El diseño del programa estará a cargo del ministerio de Educación, desde donde se definirán también “las modalidades, niveles educativos y establecimientos que tendrán prioridad de intervención» y podrá coordinar con los ministerios de Salud y de Desarrollo Humano y Hábitat.
La Ley estable que las estrategias desarrolladas por el equipo interdisciplinario y dirigidas a los estudiantes “incorporarán los contenidos curriculares específicos de acuerdo a los lineamientos establecidos por el Consejo Federal de Educación, a efectos de garantizar un abordaje de la problemática sostenido en el tiempo y adecuado a las necesidades y particularidades de cada franja» de edad.
La normativa contempla una política pública en materia de prevención de adicciones en el ámbito educativo destinada a complementar el tratamiento de la temática de las adicciones en el ámbito escolar, donde en la actualidad se llevan adelante talleres enfocados en los estudiantes, pero de manera desarticulada.
“La ley que aprobamos contempla la implementación de estrategias pedagógicas complementarias como talleres, jornadas y otras modalidades alternativas que buscan abrir espacios de contención, reflexión y consulta sobre esta compleja problemática”, definió el edil Roy Cortina, uno de los impulsores de la iniciativa.
El legislador dijo que “constituye un paso adelante en el abordaje de esta temática, sin miradas acusatorias y desde una perspectiva que promueve los comportamientos saludables y las actitudes responsables frente al uso de sustancias psicoactivas”.
La ley sancionada pone en un equipo interdisciplinario la responsabilidad del diseño de un plan integral de prevención de adicciones en la esfera educativa “con el objetivo de reducir las condiciones de riesgo vinculados al consumo de sustancias psicoactivas por parte de los niños, niñas y jóvenes».
El diseño del programa estará a cargo del ministerio de Educación, desde donde se definirán también “las modalidades, niveles educativos y establecimientos que tendrán prioridad de intervención» y podrá coordinar con los ministerios de Salud y de Desarrollo Humano y Hábitat.
La Ley estable que las estrategias desarrolladas por el equipo interdisciplinario y dirigidas a los estudiantes “incorporarán los contenidos curriculares específicos de acuerdo a los lineamientos establecidos por el Consejo Federal de Educación, a efectos de garantizar un abordaje de la problemática sostenido en el tiempo y adecuado a las necesidades y particularidades de cada franja» de edad.