Artistas, pensadores, representantes de movimientos sociales, escritores y periodistas entre los que se encuentran la escritora mexicana Elena Poniatowska, el periodista español Ignacio Ramonet y el activista argentino Adolfo Pérez Esquivel participarán desde mañana y hasta el sábado de la segunda edición del ciclo «Proyecto Ballena», que reunirá en el Centro Cultural Kirchner una serie de charlas, entrevistas y otras actividades en torno a la destrucción del medioambiente y las desigualdades profundizadas por el capitalismo.
A seis meses de la primera edición, que tuvo como eje el debate sobre los alcances de las democracias en contextos atravesados por las desigualdades sociales y económicas, arrancará mañana en formato virtual una nueva entrega del ciclo, en el que distintos actores sociales debatirán y expondrán sobre cuestiones como la disputa por las tierras, la compleja relación con la naturaleza, las heridas aún latentes de la colonización en América Latina y los efectos que genera la consolidación de modelos neoliberales.
La segunda edición de Proyecto Ballena ofrecerá una trama de debates, charlas e intervenciones artísticas en los que se alojarán proyectos y perspectivas vinculados a la resonancia de las luchas ambientales en la escena actual. ¿Qué alternativas podemos idear para mejorar el vínculo de la humanidad con su medioambiente? ¿Cómo se piensa la relación con la tierra desde América Latina? ¿La tierra es riqueza? ¿Es posible promover un desarrollo económico que rompa la matriz extractivista de esta fase del capitalismo? A partir de esas preguntas disparadoras, la propuesta busca trazar un mapa regional del escenario político y ecológico actual.
Las actividades arrancarán a las 17 con una mesa sobre el rol del Estado y la política en las disputas por la tierra, de la que participarán el activista Adolfo Pérez Esquivel, la escritora mexicana Elena Poniatowska y el periodista español Ignacio Ramonet, bajo la moderación de la historiadora Julia Rosemberg.
«La pandemia puso en evidencia la crisis de nuestro sistema y la fragilidad de significados sobre los que se ha construido el imaginario neoliberal. La desigualdad social, y la destrucción de nuestro ecosistema, son sin lugar a dudas el resultado mas evidente de las políticas globales orientadas a maximizar ganancias a costa de lo que podríamos llamar el bien común», destaca Martín Bonavetti, organizador del ciclo y a su vez subsecretario de Gestión de Espacios y Proyectos Especiales del Ministerio de Cultura.
«El presente pandémico constituye una oportunidad para hablar en torno a un nuevo discurso, en tanto futuro y bienestar de nuestras comunidades y al tiempo que nos permite poner en discusión cuales son los objetivos que como sociedad podríamos plantearnos», explica .
Uno de los grandes ejes de esta segunda edición de Proyecto Ballena tiene que ver con la profundización de las desigualdades generadas por el capitalismo. Si algo demostró el curso de la pandemia, sobre todo a partir de la manera en que se instrumentó el acceso a las vacunas contra el covid, es que esas inequidades están mas vigentes que nunca. ¿Se puede pensar en que ya no hay mucho margen para el cambio o en realidad la transformación es posible pero vendrá de la mano de una gran concientización social que incida sobre la agenda de los gobiernos?
«El programa está dirigido a deconstruir el discurso dominante y por lo tanto a generar un nuevo imaginario de sentido en torno a nuestra forma de ver actuar y decidir en esta nueva realidad y por lo tanto de nutrir una nueva forma de entender al Estado en relación a las personas y los ciudadanxs», indica Bonavetti.
Según el organizador, uno de los objetivos del ciclo es «plantear el tema desde distintas perspectivas como la política, el arte, los movimientos sociales, la militancia, el activismo y los intelectuales . De tal forma que la formulación de preguntas , y no la síntesis, sea el mecanismo mas virtuoso de resignificación».
«Probablemente visto desde una perspectiva histórica uno de los fenómenos más perversos que generó el neoliberalismo fue la disputa semántica a través de la cual los significantes se vaciaron de sentido y las cosas que antes eran nombradas dejaron de serlo. La desigualdad, la expulsión masiva de inmigrantes, la destrucción del planeta son entendidas como fenómenos naturales Hoy pareciera que es más importante la seguridad jurídica para las empresas que para las personas», analiza.
Para la historiadora Julia Rosemberg, que coordinará varias actividades, el ciclo cumple el propósito de «habilitar e impulsar espacios de pensamiento alrededor de diferentes problemáticas centrales en este siglo XXI, espacios que en un momento como el que estamos atravesando, donde las urgencias son las sanitarias y también las económicas, parecería no haber lugar para otra cosa».
«El concepto a trabajar en esta edición es el de tierra, un elemento que nos atraviesa a los argentinos pero más aún a los latinoamericanos desde hace más de 500 años, y que se ha vuelto fundamental en las discusiones acerca de las posibilidades de construir modelos alternativos al actual que eviten el tremendo deterioro ambiental pero también las grandes inequidades de nuestras sociedades», señala la investigadora.
En torno a los debates sobre la tierra, habrá otros que estarán impulsados por representantes de diversos movimientos sociales que se enfrentan diariamente a distintas problemáticas territoriales desde la organización popular. En ese marco se discutirá desde los alcances de la soberanía alimentaria hasta cómo hacer populares las luchas ambientales, cómo amplificar la base del feminismo agrario y cómo expandir el modelo cooperativo y solidario que promueve el trabajo de los cartoneros con perspectiva de inclusión social.
En esta edición de Proyecto Ballena, se presentará también una selección de tres videos realizados por artistas contemporáneos latinoamericanos vinculados a los significantes de la tierra: Sebastián Díaz Morales, que trabaja sobre la idea de un territorio cuasi desertificado y despoblado; Julián D’Angiolillo que aborda lo que ocurre cuando el territorio urbano se vuelve codicia de especulaciones inmobiliarias; y Constanza Alarcón Tennen, que deambula en la cordillera de los Andes, proponiendo un encuentro de tres historias de temporalidades distintas.
«A lo largo de los últimos 500 años, Latinoamérica fue definida como un territorio de conquista y de recursos naturales. Esta visión fue consolidada y adoptada por nuestras clases dirigentes. Podríamos decir que somos lo que lo ojos imperiales nos dijeron que éramos. Y eso hoy esta cuestionado sin lugar a dudas no solo cuando tomamos dimensión del genocidio que implicó, cada una de las formas de explotación y depredación que el sistema mundial tuvo en nuestro continente , sino porque está cuestionado el colonialismo como productor de sentido», concluye Bonavetti.
Todas las actividades se podrán ver online a través de los canales de YouTube y de Facebook del Centro Cultural Kirchner y de la web https://proyectoballena.cck.gob.ar.