El Gobierno porteño intentó hoy nuevamente demoler un espacio comunitario que funciona en una plaza del barrio de Villa Ortúzar, pero las vecinas y los vecinos lograron detener el operativo impulsado por la gestión de Horacio Rodríguez Larreta que busca instalar allí un canil para perros.
El operativo comenzó a las 5 en «El Galpón de Ortúzar», situado en la esquina de Heredia y Charlone, a cargo de la Policía de la Ciudad y de la Agencia Gubernamental de Control porteña, para desarmar la estructura metálica que formaba parte del sitio gestionado por la comunidad y un conjunto de organizaciones.
«Nuevamente el Gobierno porteño comenzó a destruir el galpón sin una orden judicial. Mientras estamos a la espera de una mediación en la Fiscalía, apareció un camión con 30 operarios a intentar seguir demoliendo con la excusa de un peligro de derrumbe», señalaron desde el grupo vecinal.
Tras tomar conocimiento del despliegue del Gobierno porteño, se movilizaron hasta la plaza 25 de Agosto para impedir las tareas de demolición del sitio, en el cual funcionó hasta la semana pasada un bachillerato popular, una biblioteca, talles culturales, una olla comunitaria y un centro de jubilados.
Allí, consiguieron detener las obras por parte de los operarios por unas horas, hasta media mañana, cuando se registró un momento de tensión ya que los trabajadores recibieron la orden oficial de retomar las tareas del desarmado.
Fue entonces cuando el grupo barrial se interpuso en la avanzada y ocupó las instalaciones que quedaron en pie, donde sus integrantes permanecieron hasta el mediodía, cuando recibieron una notificación por parte de la la Unidad Fiscal Norte para abrir una instancia de diálogo.
«La Fiscalía ordenó nuevamente el cese de los trabajos y el retiro de las empresas a cargo de las tareas de demolición», dijo Juan Chippano, dirigente barrial, y agregó que las partes fueron convocadas a una mediación, aunque aún no tiene fecha.
En tanto manifestó que con miras a la reunión, trabajarán «en una estrategia judicial para que no toquen nada más del Galpón».
María, una alumna del bachillerato Berta Cáceres, dijo que «ahora no sabemos a dónde vamos a poder cursar porque acá veníamos a estudiar muchas personas en el horario nocturno».
«Este galpón es una gran familia, no hay distinciones, acá hay actividades todos los días para la comunidad, hay también clases de folklore y apoyo escolar», contó Susana.
En rigor, el viernes pasado, el Gobierno porteño intentó desalojar el espacio comunitario, pero la situación fue frenada tras la intervención de las vecinas y los vecinos.
En aquel momento, el presidente de la Junta Comunal 15, Martín Garcilazo, confirmó que fue el Gobierno porteño el que «tomó la decisión política», a través de la Comuna, de «buscarle un nuevo destino al lugar y hacer un canil, que es una demanda importante de los vecinos».
«Estamos en regla y haciendo lo que tenemos que hacer y es regularizar la situación de este lugar que data de hace muchos años atrás, pero que perdió la esencia que tenía», señaló.