La designación del ex funcionario de la Alianza Darío Lopérfido como director general y artístico del Teatro Colón ya provocó reacciones de quienes cuestionan, entre otras cosas, el nombramiento de un dirigente político sin ningún antecedente probado para el puesto que le toca desempeñar.
El actual director del Festival Internacional de Buenos Aires (FIBA) asumirá formalmente el 9 de febrero en reemplazo de Pedro García Caffi, quien mientras estuvo a cargo del coliseo porteño encabezó una gestión controversial, tanto por el nivel de las programaciones, su excesivo personalismo y el dinero gastado desde que asumió en 2009 hasta la fecha.
Sin embargo, teniendo en cuenta los antecedentes con los que cuenta, el reemplazo de García Caffi dista de ser el que se esperaba: Lopérfido no cuenta con ninguna experiencia en lírica, sus pasos previos por la administración pública han sido fuertemente cuestionados, y accederá al cargo dos meses después de su casamiento con la hija del dueño del diario La Nación, Bartolomé Mitre, uno de los principales benefactores del Colón.
José Piazza, delegado por la Asociación de Trabajadores del Estado, organización que tuvo duros enfrentamientos sindicales, políticos y judiciales con la administración de García Caffi, sostiene que «el macrismo convirtió al Colón en el Luna Park».
«A partir de la administración de (el jefe de gobierno porteño) Mauricio Macri, el Colón dejó de ser un teatro de rédito social para convertirse en un ámbito de negocios privados con fondos públicos», denunció Piazza a Télam.
Como un ejemplo de esa modalidad, recordó la utilización del Colón para los espectáculos generados entre la compañía Sinergya y el ex diputado del PRO Avelino Tamargo, que pudo utilizar las instalaciones del teatro para desarrollar los shows «Las elegidas» y «Los elegidos».
En tanto el crítico y exsubsecretario de Cultura de la Nación Rodrigo Cañete, consideró desde su blog ‘Love art not people’ que «a esta altura creo que el problema no es la designación sino la aceptación por parte de Lopérfido de esta designación. Simplemente no está preparado para esto y es obvio que es puesto allí con otros fines».
También, el Sindicato de Trabajadores de Prensa (Sitrapren) recordó que «este personaje ideó e intentó llevar adelante el cierre de la Agencia Télam desde el primer momento de su desembarco en la Secretaría de Medios del gobierno de De la Rúa», y recomendó a los trabajadores del teatro Colón «tener la guardia más alta que nunca porque se vienen tiempos muy difíciles en esa institución».
Lóperfido fue correligionario del Ministro de Cultura porteño Hernán Lombardi en el denominado «Grupo Sushi», una de las usinas que nutrió al radical Fernando de la Rúa en su aventura como presidente al frente de la Alianza.
De la Rúa debió renunciar a su cargo y huir en helicóptero en medio de las protestas populares de diciembre de 2001, mientras Lopérfido se desempeñaba como secretario de Cultura y Comunicación desde el 10 de diciembre de 1999.