“La violencia deja marcas: no verlas deja femicidios” o “Somos libres: ahora nos necesitamos vivas”, fueron frases elegidas por quienes manifestaron hoy, bajo la lluvia y el frío, gritando: » Ni una menos, vivas nos queremos». La psicóloga y asistente social Eva Giberti afirmó hoy que las mujeres «ya no estamos subordinadas y calladas la boca» y consideró que «es terrible» que sean necesarias manifestaciones como «Ni una menos» para «llamar la atención y pedir que dejen de asesinarnos».
«Un hombre mata porque encuentra satisfacción y goce en el ejercicio del poder sobre la mujer. La cultura patriarcal incrementa en los varones sus ansias de poder y es la que determina que viole o mate para probar su hombría», dijo Giberti.
Durante todo el trayecto de la movilización las personas eligieron portar consignas condenando todos los tipos de violencias, desde el acoso callejero, la violencia obstétrica y la mas extrema: los femicidios.
«Hace falta educación desde niveles tempranos en las escuelas, no puede ser que por el simple hecho de ser mujer una tenga que soportar que la insulten por la calle o la culpen ante un caso de violencia o femicidio», afirmó Clara una manifestante de la misma edad que la joven asesinada en Mar del Plata.
La adolescente consideró que «esta marcha no tendría que estar pasando: tendríamos que poder vivir seguras y tranquilas».
Mirta Mato, presidenta de la ONG «Juntos a la par triunfaremos», de Esteban Echeverría, portaba junto a sus compañeros la bandera «Marchamos porque estamos vivas».
«Dicen que marchar no sirve para nada, pero nosotras creemos que sirve para concientizar y, mientras estemos vivas, vamos a seguir marchando», aseveró.
Francisco, estudiante de antropología de 27 años que caminó bajo la intensa y constante lluvia que acompañó la protesta, junto a compañeras de la facultad, dijo que decidió sumarse al reclamo porque le parece «justo».
«Hay que frenar, por un lado, la violencia machista, y por otro, la visión estereotipada que existe de la mujer», dijo el joven, quien consideró que la protesta no sólo sirve para «visibilizar el problema», sino que «persigue un cambio concreto».