«Tanto apoyo hizo retroceder a la Metropolitana», remarcó Andrés Toledo, presidente de la cooperativa que nuclea a los 40 trabajadores del restorán, quienes resistieron pacíficamente, hace una semana, el cuarto intento de desalojo dictado por el juez Martín Christello. Centenares de cooperativistas, vecinos y hasta los clientes que estaban cenando cuando la Policía empezó a vallar la zona, respaldaron su derecho a mantener las fuentes laborales.
“Fueron 12 horas de tensión de las que todavía no nos podemos recuperar. Fue increíble la reacción de la gente, a las 10 de la noche del domingo notamos que la Policía Federal estaba poniendo el vallado. Se empezaron a acercar los vecinos. A esa hora acá había gente cenando, unas 40 personas, que cuando notaron lo que pasaba y nosotros le comentamos que íbamos a resistir, se sumaron y se quedaron”, ilustró el trabajador gastronómico.
En diálogo con el programa radial Fabricando Alternativas, el presidente de la Cooperativa Alé Alé, Andrés Toledo, comentó la situación que atravesó el emprendimiento gastronómico enclavado en Villa Crespo, Ciudad de Buenos Aires. “Tanta presión, tanto apoyo y la difusión en la prensa fue lo que hizo retroceder a la Metropolitana, nosotros les adelantamos que si continuaban esto se iba a transformar en otro Borda más y no queríamos eso”, dijo.
Después de permanecer dentro del local durante toda la madrugada del martes, volvieron a denunciar en una conferencia de prensa los vínculos entre los dueños del inmueble en donde se ubica el emprendimiento con los antiguos dueños de la parrilla porteña. Además, apuntaron al juez Christello.
“Nos negó todo, desde la posibilidad de hacer un depósito judicial hasta la suspensión del desalojo al haber una causa penal”, señaló Toledo días atrás a Desde el Barrio (FM Radio Gráfica 89.3). Luego de las horas de tensión y de realizar una cena especial el mismo lunes donde participaron cientos de personas, se abriò un canal de diàlogo y ahora esperan que la empresa titular del inmueble les permita seguir funcionando algunos meses más en el local de Estado de Israel 4503, para luego mudarse.
Los empleados de Alé Alé, junto con los restaurantes Mangiata, Los Chanchitos, La Soleada y Don Battaglia, iniciaron su recuperación del negocio en enero, apoyados por la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados (Facta).
Fue después de que el personal de administración y uno de los socios gerentes de OJA, Sergio Lipovich, dejaron de concurrir a los establecimientos gastronómicos y se empezó a vislumbrar un posible vaciamiento.
Fuente: Agencia ANSOL