El guitarrista Tomás Fraga presentará el miércoles próximo a las 21.30 en Boris Club, «Influencias», un notable primer disco solista en el que recorre el universo del jazz con distintas temperaturas y texturas y en el que se anima también a la indagación camarística.
Hijo del pianista Manuel Fraga, con 27 años y una sólida madurez compositiva, «Influencias» propone más de una hora de música con 10 temas propios que van desde un blues hecho en fuga («Pulpo negro») a un tema de cuatro movimientos con cuarteto de jazz, cuarteto de cuerdas y clarinete («Mejor reírse»), abriendo con el estupendo «Pequeños pasos», donde se entretejen solos sobre una melodía luminosa.
Con un grupo base compuesto por Tomás Fares en piano, Pablo Motta en contrabajo y Oscar Giunta en batería, el disco intercambia componentes y pasa por distintas formaciones, de cuarteto a sexteto o noneto, según los requerimientos del material.
«Siempre supe que estaba haciendo un disco ecléctico, en un estilo y con un unidad de carácter pero buscaba también que el tipo que escucha vaya pasando los temas y sorprendiéndose de lo que va apareciendo», comenta Fraga en charla con Télam sobre el material.
«Los distintos invitados e instrumentaciones aportan su música y su personalidad y hacen posible un material rico en colores y solos, que le dan su impronta», agrega.
Grabado en tres sesiones en junio de 2015, luego de la presentación de Boris (Gorriti 5568), donde estarán presentes los 15 músicos que participaron del disco, Fraga estará tocando el nuevo material el 21 de junio en la sala Enrique Muiño del Centro Cultural San Martín en el marco del ciclo Jazzología, y el 9 de julio en el local Borges 1975, de Palermo.
«Creo que uno no puede fijar en el tiempo un concepto musical sino que se va armando con el hacer, con la experiencia, con la exploración, uno va buscando un lenguaje que nunca es inamovible sino que va cambiando», destaca el guitarrista que descubrió la guitarra de jazz a partir de Wes Montgomery y Charlie Chirstian.
«De chico estudié jazz y en la actualidad estoy en la carrera de composición de la Universidad Nacional de las Artes (UNA), entonces aparecen varias visiones: la de la improvisación, propia de las músicas populares que es un elemento central, pero también la escritura y los arreglos de la música clásica contemporánea, y todos estos elementos están presentes a la hora de sentarme a componer», asegura.
Consultado sobre su visión del jazz argentino, Fraga apunta que «en la actualidad hay muchos músicos de jazz que se están abriendo a otras expresiones, más sinfónicas o camarísticas, y abarcando nuevos colores que van más allá de las formaciones clásicas de jazz, hay como una apertura a búsquedas propias donde lo que define lo jazzístico es el lugar central de la improvisación».
Las composiciones que integran «Influencias» abarcan los últimos años de desarrollo musical de Fraga, con un primer tema de 2009, y el músico dice que fue la reunión de todos esos temas que se le presentó como una cierta unidad lo que puso en funcionamiento el deseo de registrar un disco.
Alumno de Marcelo Mayor y Manolo Juárez, Fraga destaca que aún cuando el jazz fue el que influyó sobre el rock, este último género aportó «un primer plano en la guitarra eléctrica, empezaron a aparecer efectos, y un montón de estilos de guitarras, en el rock el primer plano está en las guitarras, y si bien apareció como una respuesta cuando el jazz se volvió más intelectual y cerrado, también tuvo su rol activo en la historia de la guitarra y de la percusión, la batería también apareció en primer plano, cosa que hasta entonces no era frecuente».
Interrogado por el título del disco y sus influencias personales, responde: «Yendo a lo músical para mí la más fuerte fue Wes Montgomery y desde él llegar a Charlie Christian, también tengo inlfuencias de pianistas como mi viejo, Art Tatun, Oscar Peterson, Chick Corea, Herbie Hancock, Bill Evans, después estudiando en la facultad aparecieron tipos como Bach que me volvieron loco, Bartok, Beethoven, Stravinsky, uno va conociendo música y músicas y va vibrando con ciertas cosas y eso te influye después al generar tus ideas y creo que el disco refleja esa idea».
Hijo del pianista Manuel Fraga, con 27 años y una sólida madurez compositiva, «Influencias» propone más de una hora de música con 10 temas propios que van desde un blues hecho en fuga («Pulpo negro») a un tema de cuatro movimientos con cuarteto de jazz, cuarteto de cuerdas y clarinete («Mejor reírse»), abriendo con el estupendo «Pequeños pasos», donde se entretejen solos sobre una melodía luminosa.
Con un grupo base compuesto por Tomás Fares en piano, Pablo Motta en contrabajo y Oscar Giunta en batería, el disco intercambia componentes y pasa por distintas formaciones, de cuarteto a sexteto o noneto, según los requerimientos del material.
«Siempre supe que estaba haciendo un disco ecléctico, en un estilo y con un unidad de carácter pero buscaba también que el tipo que escucha vaya pasando los temas y sorprendiéndose de lo que va apareciendo», comenta Fraga en charla con Télam sobre el material.
«Los distintos invitados e instrumentaciones aportan su música y su personalidad y hacen posible un material rico en colores y solos, que le dan su impronta», agrega.
Grabado en tres sesiones en junio de 2015, luego de la presentación de Boris (Gorriti 5568), donde estarán presentes los 15 músicos que participaron del disco, Fraga estará tocando el nuevo material el 21 de junio en la sala Enrique Muiño del Centro Cultural San Martín en el marco del ciclo Jazzología, y el 9 de julio en el local Borges 1975, de Palermo.
«Creo que uno no puede fijar en el tiempo un concepto musical sino que se va armando con el hacer, con la experiencia, con la exploración, uno va buscando un lenguaje que nunca es inamovible sino que va cambiando», destaca el guitarrista que descubrió la guitarra de jazz a partir de Wes Montgomery y Charlie Chirstian.
«De chico estudié jazz y en la actualidad estoy en la carrera de composición de la Universidad Nacional de las Artes (UNA), entonces aparecen varias visiones: la de la improvisación, propia de las músicas populares que es un elemento central, pero también la escritura y los arreglos de la música clásica contemporánea, y todos estos elementos están presentes a la hora de sentarme a componer», asegura.
Consultado sobre su visión del jazz argentino, Fraga apunta que «en la actualidad hay muchos músicos de jazz que se están abriendo a otras expresiones, más sinfónicas o camarísticas, y abarcando nuevos colores que van más allá de las formaciones clásicas de jazz, hay como una apertura a búsquedas propias donde lo que define lo jazzístico es el lugar central de la improvisación».
Las composiciones que integran «Influencias» abarcan los últimos años de desarrollo musical de Fraga, con un primer tema de 2009, y el músico dice que fue la reunión de todos esos temas que se le presentó como una cierta unidad lo que puso en funcionamiento el deseo de registrar un disco.
Alumno de Marcelo Mayor y Manolo Juárez, Fraga destaca que aún cuando el jazz fue el que influyó sobre el rock, este último género aportó «un primer plano en la guitarra eléctrica, empezaron a aparecer efectos, y un montón de estilos de guitarras, en el rock el primer plano está en las guitarras, y si bien apareció como una respuesta cuando el jazz se volvió más intelectual y cerrado, también tuvo su rol activo en la historia de la guitarra y de la percusión, la batería también apareció en primer plano, cosa que hasta entonces no era frecuente».
Interrogado por el título del disco y sus influencias personales, responde: «Yendo a lo músical para mí la más fuerte fue Wes Montgomery y desde él llegar a Charlie Christian, también tengo inlfuencias de pianistas como mi viejo, Art Tatun, Oscar Peterson, Chick Corea, Herbie Hancock, Bill Evans, después estudiando en la facultad aparecieron tipos como Bach que me volvieron loco, Bartok, Beethoven, Stravinsky, uno va conociendo música y músicas y va vibrando con ciertas cosas y eso te influye después al generar tus ideas y creo que el disco refleja esa idea».