jueves, noviembre 21

TRISTE E INMOBILIARIO FINAL

En el origen fue vergel, frutas y verduras manó de esa tierra fértil. Más tarde, quedó atrapado en el vertiginoso sueño de la industrialización. Cayó en el olvido: se transformó en pastizal. Lo expropiaron para hacer un hospital modelo. Cayó en la ignominia. Fue albergue y aguantadero.  Lo implosionaron para instalar un megasupermercado. Este año, en el predio donde se erigió el Albergue Warnes se construirán once torres exclusivas. Lejos, muy lejos, quedaron los sueños del vergel, los sueños de la industria y los sueños del hospital que pretendía salvar cuerpos para curar almas.

El vergel y los aviones
En 1826 don Miguel de Echevarne, compró 40 hectáreas lindantes a la Chacarita de los Jesuitas en la zona sur de la ciudad, entre los entonces poblados de Flores y Belgrano. Convirtió esas tierras en un vergel que se conoció como la Quinta del Vasco. Allí,  jóvenes muchachos se adentraban a recoger duraznos y sandías. Con el paso de los años el destino del predio fue mutando. Hacia principios del siglo XX, los descendientes de Echervarne, arrendaron los terrenos a un insipiente amante de la aeronáutica. Se erigieron en esas tierras galpones para fabricar aviones y La Paternal saboreó la pujanza de la industrialización. Los aviones viajaban desarmados por la calle Warnes hasta la estación del ferrocarril Buenos Aires Pacífico y desde allí se trasladaban a El Palomar. En 1914 la fábrica de aviones se mudó a Villa Lugano. El inmenso predio demarcado sobre la Avenida Warnes, entre Avenida de los Constituyentes y Avenida Chorroarín, se transformó en un pastizal abandonado. La familia Etchevarne había dejado de pagar los impuestos y en el lugar se amontonaban yuyos, animales y basura.

Salvar cuerpos
En 1951 el gobierno de Juan Domingo Perón expropia 19 hectáreas el predio con el propósito de construir en el lugar el hospital de Niños y Epidemiología Infantil más importante de Latinoamérica. Estaría equipado con moderna tecnología, tendría capacidad para albergar a miles del pacientes y sería uno de los hospitales más completos del mundo.
El proyecto contaba con cuatro edificios de nueve pisos, amplios salones decorados por especialistas en psicología Infantil y una serie de comodidades para madres y padres que tuvieran que pernoctar en el nosocomio. Cuando faltaban apenas 12 meses para finalizar la totalidad del complejo hospitalario, sobrevino el golpe de 1955. La Revolución Libertadora paralizó la obra. El lugar fue abandonado y lentamente se instalaron allí familias que quedaban en situación de calle. Desde entonces comenzó a ser denominado «Albergue Warnes».

Decidida desidia
En 1957 el gobierno de facto de Pedro Eugenio Aramburu transfirió el predio, sin cargo, a la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires para la habilitación de un centro sanitario municipal. Las obras jamás se iniciaron. Con dos bloques de nueve pisos cada uno casi finalizados pero sin puertas ni ventanas, sin cañerías ni desagües, sin agua corriente ni electricidad, el Albergue Warnes se fue poblando de familias carenciadas. En lo que hubiesen sido los pabellones del hospital, construyeron precarios habitáculos divididos por maderas y cartones. El juego del poder cobro vida entre los habitantes de la sombría estructura. ​
Veintiún años después de la paralización de las obras del hospital, en el albergue habitaban 2.436 personas, unas 646 familias de los cuales el 76% de los residentes eran argentinos y el 24% extranjeros.En ese mismo período la familia Etchevarne tramita judicialmente la devolución del predio, dado que el fin de la expropiación no se había cumplido. En 1975 la Corte Suprema de Justicia, obliga al Estado a devolver el predio a sus primitivos dueños: sin personas y edificaciones, cercado y con veredas. Por ese entonces el albergue se usaba como para secuestrar y desaparecer activistas sociales.

The implosión show
Menen lo hizo. En 1990 el gobierno nacional intima al municipio porteño. Ordena la inmediata evacuación y reubicación de las familias que habitan el Albergue Warnes. A manera de parodia, denomina Ramón Carrillo el barrio donde esta población es trasladada. Luego, el sábado 16 de marzo de 1991, frente a un público de 30 mil personas hace implosionar el edificio. Tras la demolición se reurbaniza la zona y se autoriza la instalación de un megasupermercado Carrefour y de una empresa de venta de materiales de construcción.

Serás torres
En la última sesión de la Legislatura porteña, celebrada el 13 de diciembre de 2018, la alianza Larreta – Carrió aprobó, en primera lectura, el proyecto, enviado por Ejecutivo de la Ciudad,  para recatalogar la zona y desarrollar sobre el predio un proyecto inmobiliario que prevé la construcción once torres, subsuelos de estacionamiento que ocuparán la totalidad de la parcela y apertura de calles en el pulmón verde de la zona sur de la Ciudad. Todo este combo tiene como objetivo: «incrementar, recuperar y mejorar del espacio público» (sic.)

Epilogo
La caja del viento / tuvo un corte. /Peló un sol sangrando / que carboniza. / En la caja el viento / sostenía el cuerpo. / Satélites en guerra / la incendiaron. / Cruento invasor / de toda época. / Cámara de viento / desequilibrio. / Puesto en prisión. / Warnes albergue, / Warnes albergue.

«Albergue Warnes» de Los Visitantes

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