COMO VIVEN LAS SOBREVIVIENTES. LO QUE SE DICE DE ELLAS
por Silvina Molina
Un grupo de mujeres que sobrevivió a la violencia reconoció hoy la importancia de que este delito forme parte de la agenda mediática, pero pidieron no ser revictimizadas y que les crean la situación por la que atraviesan.
Cinco mujeres que asisten a los grupos de autoayuda de la ONG La Casa del Encuentro, y con dos que hace más de diez años salieron de relaciones violentas, hablan sobre el tratamiento que los medios hacen de la violencia de género.
«No queremos dar lástima, queremos que también muestren nuestros logros, y que den información en forma sencilla para que otras mujeres sepan que es posible salir de la violencia», coinciden.
Para Inés Álvarez, «si hay sangre, la prensa vende. A mí me buscaron muchas veces para hacer notas, pero cuando yo pedía que se incluyera la situación de mis hijos y todo lo que he vivido en estos 16 años, no interesaba».
Es que ella, como todas las que generosamente se prestaron a dar su testimonio, no puede hablar del tratamiento mediático sin relatar su historia de dolor, pero sobre todo, de superación.
«¿Sabés lo que una revive y sufre relatando todo otra vez?», pregunta, y cuenta que una periodista le hizo una extensa nota para televisión, junto a otras mujeres violentadas y mamás de niños abusados, pero nunca se emitió.
Lidia González hace seis años que comenzó a transitar «un laberinto» inverso a la violencia, y al principio de su recorrido «cuando veía a las chicas dar testimonio en la tele me corría un escalofrío y me largaba a llorar porque me daba empatía, me ponía en el lugar de esa mujer».
Las mira por televisión, las escucha por radio o las lee en la prensa y piensa que «ojalá las escuchen y que hagan algo, porque nosotras hacemos un camino que es un laberinto, que parece que no termina más, hasta que encontrás la salida».
Era la primera vez en el grupo para Belén, quien reconoció que le da «impotencia» ver testimoniar a mujeres que están atravesando su mismo proceso. «No por lo que cuentan las chicas, sino por cómo se trata el tema. Hay cosas que me ponen mal, por ejemplo cuando les dicen `si te pegaba, por qué no te fuiste`. Eso es violencia».
Vanesa -que elige no dar su apellido al igual que otras mujeres que aparecen en esta nota- comparte la impotencia cuando ve «a esas chicas que tienen que lidiar con periodistas que no les creen y con la vergüenza, que es lo que te pasa cuando vas a la policía».
«Muchas de las mujeres asesinadas por violencia estaban separadas y ese es un `detalle` que casi nunca dicen los medios y eso me da odio. ¿No se dan cuenta que la persiguió hasta matarla?», agrega Vanesa.
Silvia Lomi, la psicóloga que junto a su colega Norma Stola coordina el grupo, se permite interrumpir: «Los tipos son violentos, no boludos; no le andan pegando a todas las mujeres, sólo a la suya, las que consideran su propiedad».
Amanda, con mucho recorrido de vida hasta entender que estaba en un círculo de violencia, reconoce que la «enoja muchas veces el tratamiento de los medios, pero también, me gratifica que el tema sea tratado».
Sin embargo, pide que el o la periodista «tenga sumo cuidado cuando hace una entrevista a la víctima. Porque este problema tan complejo no resiste la improvisación».
Cynthia tiene 33 años y hace uno y medio que va a La Casa, es suave al hablar, un tono alejado del énfasis que ponen sus compañeras. Quizás por eso su demanda es que «sean más delicados cuando hablan de violencia, porque muchas veces lo hacen como si supieran todo».
Celeste Pereyra, otra de las integrantes del grupo, introduce otro aspecto: «Basta de publicidades que nos tratan como objetos, que nos desvalorizan; eso también es violencia».
Lomi considera prioritario que las notas brinden «información concreta de dónde recurrir, porque una mujer desesperada lee una nota sobre violencia y no sabe dónde ir. Eso es tan importante como la condena y el compromiso social».
Para cerrar, Lidia hace una especial mención «a las que dieron la vida, a las que no fueron escuchadas», oportunidad que ellas hoy se dieron.
Para recibir asesoramiento y asistencia las mujeres pueden recurrir a La Casa del Encuentro. Teléfono: 011-4982-2550/Celular para emergencias: 011-1559384357- Mail:[email protected].